
Más de 428 kilos de cocaína asegurados en una avioneta en Colima provocaron un cruce de declaraciones y tensión diplomática entre el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, y el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Omar García Harfuch.
Todo comenzó el 3 de julio de 2025, cuando personal del Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo (CENAVI) detectó, a las 13:00 horas, una “traza de interés” a **200 kilómetros al sur, a la altura de San Salvador, El Salvador”. De inmediato, el CENAVI ordenó el despegue de aeronaves desde distintas Bases Aéreas Militares para interceptar la traza que se desplazaba hacia el Pacífico mexicano.
La operación culminó con el aseguramiento de la avioneta en una pista clandestina en Tecomán, Colima, donde elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) incautaron 427.65 kilogramos de cocaína, la aeronave y detuvieron a tres personas de nacionalidad mexicana, quienes fueron puestos a disposición de las autoridades correspondientes por delitos relacionados con tráfico de drogas.
El anuncio de Harfuch en la Mañanera
El 8 de julio, Omar García Harfuch informó en la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum que la aeronave “provenía de El Salvador” y transportaba un cargamento valuado en más de 96 millones de pesos, sin precisar inicialmente la fecha exacta del aseguramiento. Harfuch subrayó que este decomiso demostraba el compromiso de México en el combate al narcotráfico y aseguró que los tres detenidos eran mexicanos.
La respuesta de Bukele
Horas más tarde, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, respondió con firmeza en su cuenta de X (antes Twitter), donde calificó de “falso” el señalamiento de que la aeronave hubiera salido de su país y exigió al gobierno mexicano una “aclaración y rectificación inmediata”. “El Salvador no encubre criminales ni tolera el narcotráfico, no lo hicimos antes, no lo haremos ahora”, enfatizó.
Bukele explicó que, según reportes de Costa Rica, la traza sospechosa de la aeronave fue detectada el 3 de julio a la 1:00 pm al noroeste de su territorio, y que fue Costa Rica quien activó la alerta regional a través de la red de seguridad aérea centroamericana APAN. Según el mandatario, la avioneta ingresó al espacio aéreo costarricense, desapareció brevemente del radar y reapareció saliendo hacia el Pacífico, sin que existieran registros de que hubiera pasado por El Salvador.
También hizo públicos los nombres y lugares de origen de los tripulantes detenidos:
- Leonardo Alonso Parra Pérez, piloto, originario de Guasave, Sinaloa.
- José Adán Jalavera Ceballos, copiloto, de Chihuahua.
- Felipe Villa Gutiérrez, originario de Morelia, Michoacán.
Harfuch responde
La misma noche del miércoles, García Harfuch emitió un mensaje en X donde rectificó parcialmente su declaración inicial. Aclaró que la aeronave fue detectada “a la altura de San Salvador” y no que provenía de El Salvador. Publicó el gráfico de seguimiento de la traza y reiteró que las autoridades mexicanas mantendrían su compromiso de combatir el narcotráfico.
Apenas pasaron 30 minutos y Bukele replicó con cierto tono de burla y cuestionando la información del mexicano.
Y es que la insistencia de Bukele en deslindar a El Salvador responde a una auténtica preocupación de mantener su imagen de “tolerancia cero” frente al crimen organizado, pilar principal de su gran popularidad y estrategia de seguridad denominada “régimen de excepción”, vigente desde 2022.
Este diferendo revela, a su vez, la complejidad de la cooperación en seguridad regional y la importancia de la precisión en la información oficial para evitar tensiones diplomáticas entre países aliados en la lucha contra el crimen organizado.