
El gusano barrenador volvió a aparecer en Veracruz… y con ello, Estados Unidos volvió a cerrar la frontera al ganado mexicano.
El anuncio llegó desde Washington la noche del miércoles. Brooke Rollins, secretaria de Agricultura estadounidense, informó que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ordenó el cierre inmediato del comercio de ganado vivo, bisontes y caballos procedentes de México. Apenas habían pasado dos días desde la reapertura tras el cierre de mayo.
El motivo: un nuevo caso confirmado del gusano barrenador del Nuevo Mundo en Ixhuatlán de Madero, Veracruz. El parásito, transmitido por la mosca Cochliomyia hominivorax, se alimenta del tejido vivo de los mamíferos, dejando heridas que comprometen la salud del ganado.
El USDA reiteró que la medida busca proteger a los rebaños estadounidenses y garantizar el abasto de alimentos, exigiendo a México medidas inmediatas: controles estrictos en la movilización de animales, vigilancia sanitaria y el uso de pruebas científicas para contener la plaga.
Sheinbaum califica la medida de “exagerada”
La respuesta de México no tardó. Horas después, en su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum calificó la decisión de Estados Unidos como “totalmente exagerada”.
La mandataria explicó que el caso detectado en Veracruz no tomó por sorpresa a las autoridades mexicanas y que los equipos técnicos actuaron de inmediato bajo protocolos acordados previamente con Estados Unidos.
Medidas de contención en Veracruz
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), encabezado por Francisco Javier Calderón Elizalde, detalló que el nuevo caso se ubicó fuera del área de contención previa en el Istmo de Tehuantepec.
De inmediato, explicó, se desplegaron controles de movilidad ganadera en la región y se liberaron moscas estériles, una estrategia clave para cortar el ciclo reproductivo del gusano barrenador.
Impacto económico
El regreso del gusano barrenador ha puesto en pausa las exportaciones de ganado mexicano hacia Estados Unidos, un mercado vital para el sector.
De acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), la crisis sanitaria ha provocado pérdidas cercanas a los 700 millones de dólares tras la suspensión de envíos de carne de res a Estados Unidos, país que enfrenta a su vez una menor producción y altos costos.
Durante el cierre previo, México importó carne de países como Brasil, Argentina, Uruguay y Australia para mitigar los efectos de la menor disponibilidad y mantener la oferta interna.
Un problema regional
El gusano barrenador, o mosca del gusano barrenador del Nuevo Mundo, deposita sus larvas en heridas abiertas de animales, donde se alimentan del tejido vivo, causando infecciones graves e incluso la muerte si no se trata.
Su erradicación requiere vigilancia constante, cuarentenas y estrategias como la liberación de moscas estériles para interrumpir su reproducción.
Lo que sigue
Mientras Estados Unidos mantiene la frontera cerrada al ganado mexicano, México sostiene que la situación está bajo control y que el trabajo conjunto con las autoridades estadounidenses continuará.
Por ahora, el regreso del gusano barrenador se convierte en un recordatorio de la vulnerabilidad del comercio agropecuario ante plagas que viajan con facilidad, pero que pueden dejar impactos millonarios si no se contienen a tiempo.