
Discriminada, torturada, odiada y sola... así fue la muerte de Sara Millerey González Borja, una ciudadana colombiana de 32 años de edad, quien el 04 de abril, fue víctima de un grupo de sujetos quienes la lanzaron a las turbulentas aguas de la quebrada “La García” en el municipio de Bello, Colombia. No sin antes propinarle una brutal golpiza, rompiéndole las cuatro extremidades de su cuerpo, para que NO pudiera nadar hasta la orilla e intentara salvarse. Todo, únicamente, por ser una mujer trans.
De acuerdo con medios locales, Sara fue encontrada en estado crítico por dos vecinos quienes tuvieron que esperar para pedir ayuda pues los agresores se encontraban en el sitio grabando el sufrimiento de la mujer, además de que, trasciende, se encontraban armados y amenazaban con disparar a todo aquel que le brindara ayuda. Sin embargo, su voluntad de vivir le permitió aferrarse a unas ramas para no ser arrastrada por la corriente, mientras esperaba la compasión de alguna otra persona.
Y es que, de acuerdo con sus allegados, Sara Millerey era popular en el barrio y no contaba con antecedentes de alguna amenaza. Su madre, Sandra Borja, no exige otra cosa más que justicia por este brutal crimen de odio.
Según datos proporcionados por José Rolando Serrano, Secretario de Seguridad de Bello, Colombia, la víctima fue rescatada con vida y trasladada a un centro médico donde el 07 de abril falleció a consecuencia de las graves heridas que sufrió durante el ataque.
Ahí, mientras se debatía entre la vida y la muerte, se dice que los paramédicos le preguntaron quiénes estaban detrás de la agresión, pero ella guardó silencio. Hoy sus restos descansan en el cementerio Jardines de la Fe en Antioquía.
La alcaldesa de Bello, Lorena González Espinosa, expresó su solidaridad a través de un video donde prometió que habrá justicia y el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, anunció una recompensa de 50 millones de pesos colombianos (aproximadamente 222 mil pesos mexicanos) para quien proporcione información o datos que los lleve a identificar y dar con el paradero de los responsables del transfeminicidio.
Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, también lamentó la muerte de Sara Millerey, mencionando que su asesinato fue un acto de "fascismo" y solictió, por medio de sus redes sociales, que la policía dedique sus máximos esfuerzos para esclarecer el brutal crimen.
El caso ha encendido las alertas de autoridades y organizaciones internacionales, debido a la transfobia y homofobia que ha repuntado en esta zona del país... pues solo en Antioquia, en lo que va del año se han registrado por lo menos 24 asesinatos cometidos en contra de integrantes de la comunidad LGBTIQ+, de acuerdo con cifras del Observatorio Caribe Afirmativo.