
El escritor peruano Mario Vargas Llosa falleció este domingo 13 de abril de 2025 a la edad de 89 años, informó su familia en redes sociales, señalando que no habría ninguna ceremonia religiosa tras su partida y que sus restos serían incinerados como fue su deseo.
Entre los premios que recibió se encuentra el título francés de "Caballero de la Legión de Honor", el Premio Príncipe de Asturias, el Premio Cervantes y el Premio de la Paz de los libreros alemanes.
Además, el 7 de octubre de 2010, la Academia Sueca anunció que, “por su cartografía de las estructuras de poder y sus imágenes mordaces de la resistencia del individuo, su revuelta y su derrota”, el escritor peruano Mario Varga Llosa se hacía merecerdor el Premio Nobel de Literatura.
Dicho premio, que se entregó el 10 de diciembre de ese año, solo vino a confirmar lo que para muchos ya era una realidad, que Vargas Llosa era uno de los mejores escritores que había dado este mundo, no solo en lo que respecta al habla hispana.
Vargas Llosa alcanzó la fama en la década de 1960 con novelas como La ciudad y los perros (1963), La casa verde (1966) y Conversación en La Catedral (1969).
Por este tipo de textos se incluye al novelista peruano entre los más destacados del llamado “Boom latinoamericano”, fenómeno literario que ocurrió entre las décadas de 1960 y 1970, cuando un grupo de escritores de América Latina alcanzó reconocimiento internacional por sus novelas innovadoras, tanto en estilo como en contenido.
En este grupo también se encuentran Gabriel García Márquez (Colombia), Julio Cortázar (Argentina) y Carlos Fuentes (México).
Además de ser un reconocido escritor, Vargas Llosa tuvo una trayectoria política relevante tanto en Perú como a nivel internacional. En 1990, fue candidato a la presidencia de su país, y aunque perdió en la segunda vuelta, destacó por oponerse al estatismo y al populismo, promoviendo reformas liberales.
En Latinoamérica, fue un fuerte crítico de la Revolución Cubana y las dictaduras de los países de América del Sur y de los regímenes políticos en países como México, en donde mencionó que durante la época que gobernó el PRI se dio una “dictadura perfecta”.
“México es la dictadura perfecta. No es una dictadura con generales, como en otras partes de América Latina, pero tiene todas las características de una dictadura: un partido hegemónico, control de los medios, de los sindicatos, de las universidades", dijo el escritor durante un encuentro con otros escritores.
Sin embargo, no quedó ahí. Con la aparición de Andrés Manuel López Obrador en la escena política mexicana a partir del año 2000, el escritor peruano también lanzó críticas contra el líder de la izquierda mexicana.
Vargas Llosa dijo que AMLO es un populista clásico latinoamericano, y lo comparó con líderes como Hugo Chávez, Evo Morales o Rafael Correa. “López Obrador es un demagogo con ideas trasnochadas del pasado, que puede arrastrar a México a una grave crisis”, señaló.
Fuera de estos dos rubros, el escritor peruano era un abierto fanático del futbol, hincha confeso de Universitario de Deportes, uno de los clubes más populares y tradicionales del fútbol peruano.
También gustaba de escribir ensayos y lo mismo vivía en Berlín, París y Londres, hasta que al final de sus días decidió regresar a Lima, Perú, donde falleció.