
El respaldo de la comunidad hispana al presidente Donald Trump muestra signos de debilitamiento. Aunque en las elecciones de noviembre de 2024 logró captar el 46% del voto latino —14 puntos más que en los comicios de 2020—, sondeos recientes indican que un 59% de los latinos desaprueba su gestión en el arranque de su segundo mandato. El deterioro en la percepción se vincula principalmente a dos factores: la situación económica actual y las medidas migratorias aplicadas por la administración federal.
En el ámbito económico, el 54% de los votantes latinos encuestados considera que la situación financiera del país ha empeorado desde la reelección de Trump. La inflación, la depreciación del dólar y el efecto de nuevos aranceles sobre productos básicos figuran entre las principales inquietudes expresadas.
En paralelo, las decisiones migratorias han generado un impacto directo en la vida cotidiana de muchas familias. Solo el 16% de los latinos consultados aprueba las deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados. Las redadas, detenciones sin juicio previo y la eliminación de protecciones en lugares considerados sensibles —como escuelas, iglesias y hospitales— han alimentado el malestar. Según los datos, más de un tercio de los encuestados afirma haber sufrido consecuencias personales o familiares, como ausencias escolares, cambios de residencia o pérdida de empleo.
En estados clave como Florida, el descenso en el apoyo se ha hecho visible. Allí, el respaldo hispano a Trump cayó del 54% registrado en noviembre de 2024 al 42% en abril de 2025, con una disminución más marcada entre los votantes jóvenes y de segunda generación.
El giro en la opinión de este segmento del electorado —que representa más del 14% del voto nacional— introduce una variable relevante para futuros comicios legislativos y estatales. Las cifras reflejan un distanciamiento que, según analistas, podría incidir en la configuración política en estados con alta población latina.