A pesar de que la actriz de 96 años había sido reportada como estable y en proceso de recuperación, lamentablemente se confirmó su deceso sin brindarse más detalles al respecto.
Aunque por ahora se desconoce dónde se llevara a cabo los servicios funerarios, días antes de su muerte trascendió que Rosita deseaba que sus restos fueran depositados en la Catedral de México junto a su esposo, Sergio Kogan, quien era presidente de Columbia Pictures (estudio de cine estadounidense).
Trinidad Rosa Quintana Muñoz nació en Buenos Aires, Argentina en 1925. Debutó a los 15 años como cantante en La Orquesta de los hermanos Caro, donde atrajo la atención del compositor Rodolfo Sciamarella, por lo que comenzó a cantar en el Teatro Casino.
Fue en una de esas presentaciones donde el cantante mexicano Jorge Negrete la vio y la trajo a México en 1947 para iniciar sus shows en México en el centro nocturno El Patio, donde su talento e imponente voz le abrieron las puertas a la Época de Cine de Oro.
Alcanzó el éxito en la pantalla grande cuando protagonizó las cintas ‘Calabacitas tiernas’, ‘Soy charro de levita’ y ‘No me defiendas compadre’, en las que actuó junto a Germán “Tin Tan” Valdés y Silvia Pinal. Además, actuó al lado de grandes personalidades, como Pedro Infante, Joaquín Pardavé, Luis Aguilar y Arturo de Córdova.
En la década de los noventa, Quintana comenzó a actuar en televisión, destacando la villana que hizo en ‘La dueña’, protagonizada por Angélica Rivera, Francisco Gattorno y Cynthia Klitbo.
Entre los reconocimientos que recibió Rosita a lo largo de su trayectoria sobresalen los del Festival Internacional de Cine de Moscú, de Berlín y de San Sebastián, así como el Premio Wurlitzer a mejor cantante ranchera en 1955. Descanse en Paz.