
Es importante recalcar que dicha enfermedad se presenta con mayor frecuencia en las mujeres mayores a los 50 años, asimismo, una persona que sufre un infarto cerebral tiene una probabilidad de morir del 30% por lo que es catalogada como la quinta causa de muerte en México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía ‘Manuel Velasco Suárez’.
Trombótico: el flujo de sangre de una arteria cerebral se bloquea por un coágulo que se ha formado dentro de esta.
Embólico: cuando un coágulo originado en una parte alejada al cerebro se desprende y es arrastrado por la corriente sanguínea hasta este, llegando a un punto muy estrecho como para continuar, provocando que se tape el vaso sanguíneo y se corte el abastecimiento de sangre, también se le conoce como embolia.
Hemorrágico o derrame cerebral: este es causado por la ruptura y el sangrado de un vaso sanguíneo en el cerebro.
Para poder identificarlo se puede utilizar la alerta denominada CAMALEÓN:
CA: cara colgada
MA: mano pesada
LE: lengua trabada
ON: acción rápida, ya sea acudiendo al hospital o marcando al 911 para pedir ayuda.
De igual manera se puede presentar visión borrosa o reducción de la visión en uno o ambos ojos, mareos, pérdida del equilibrio o caídas sin explicación, dolor de cabeza de gran intensidad y sin ninguna causa conocida.
En este padecimiento cada minuto cuenta, por lo que es importante que exista una atención médica inmediata.
Entre los efectos se encuentran la parálisis, problemas de raciocinio, habla, visión o en la coordinación motora, estos pueden ser desde leves hasta severos.
El riesgo de que se presente una EVC aumenta si existe presión arterial alta, enfermedades cardíacas o diabetes descontrolada, al igual que colesterol alto y tabaquismo.