
Con el sol de julio reflejándose en los cascos de repartidores que recorren avenidas y callejones con mochilas de colores brillantes, el Gobierno de México anunció un paso histórico: los trabajadores de plataformas digitales ahora tendrán acceso a seguridad social, marcando un punto de quiebre en la forma en que se entienden los derechos laborales en la era de las apps.
Lo que para muchos ha sido una lucha de años por dignidad y seguridad, hoy comienza a materializarse con la implementación del Programa Piloto Obligatorio de Seguridad Social para Plataformas Digitales, impulsado por la administración de Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, en medio de aplausos y registros, una sombra se asoma: DiDi se niega a registrar a sus trabajadores, convirtiéndose en la única gran plataforma que no ha cumplido con la nueva obligación de ley.
“Van muy bien, con excepción de una plataforma, lo voy a decir: DiDi no ha querido registrar a sus trabajadores y trabajadoras, y tiene que hacerlo porque ya es ley”, sentenció Sheinbaum durante su conferencia matutina.
Un paso para dignificar a quienes mueven a México
En la conferencia, Marath Bolaños López, titular de la Secretaría del Trabajo, informó que tras una semana de iniciado el programa, más de 300 mil trabajadores de plataformas como Uber, Rappi, Amazon y Mercado Libre ya se encuentran registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Vamos muy bien. Este es un paso histórico con una visión humanista sobre las relaciones laborales”, señaló.
La medida, señaló el funcionario, busca proteger a quienes, en cada esquina, cada semáforo y cada avenida, sostienen parte de la economía de un país que ha convertido la inmediatez en necesidad.
Protección a repartidores: dos niveles de cobertura
El esquema contempla dos niveles de protección para repartidores y conductores:
1️⃣ Cobertura por accidentes de trabajo, sin importar los ingresos de cada trabajador, reconociendo los riesgos que conlleva recorrer calles y avenidas a bordo de motocicletas y bicicletas.
2️⃣ Para quienes generan al menos un salario mínimo mensual, acceso completo a la seguridad social, que incluye atención médica, incapacidades, pensiones y guarderías.
DiDi, en el centro de la polémica
El gobierno destacó la disposición de empresas como Uber y Rappi para cumplir con el registro, mientras DiDi se ha convertido en la excepción.
“Esto no es una opción, es una obligación legal. Los derechos laborales no pueden estar al margen de la innovación tecnológica”, advirtió Bolaños.
La omisión de DiDi ocurre en un contexto donde los accidentes en motocicleta se han disparado y los hospitales de traumatología en el país reciben diariamente a repartidores heridos que, hasta ahora, muchas veces carecían de cobertura médica.
Una transición histórica
El Programa Piloto Obligatorio es la primera pieza de una política de Estado que busca cerrar la brecha entre la economía digital y los derechos laborales.
“Detener a quienes cometen extorsiones es proteger el sustento de miles de familias trabajadoras, pero también debemos proteger a quienes todos los días levantan con su esfuerzo los negocios y servicios de entrega en este país”, señaló Bolaños, haciendo eco de las prioridades sociales de la administración.
El secretario del Trabajo reiteró que la implementación del programa se realiza en coordinación con el IMSS, las plataformas digitales y los trabajadores, con actualizaciones mensuales de los registros.
“Este programa no solo se trata de cumplir una ley. Se trata de garantizar que quienes mueven a México tengan acceso a atención médica, pensiones y seguridad social, sin importar la aplicación para la que trabajen”, subrayó.
Un llamado a la colaboración
El gobierno federal insistió en que la colaboración de todas las plataformas es indispensable para garantizar la seguridad de los repartidores, en un momento en el que México busca alinear la innovación tecnológica con la justicia social.
La presidenta Sheinbaum recalcó que no se permitirá que una sola plataforma quede fuera de la ley y que cada trabajador que se gane la vida recorriendo calles tenga acceso a los derechos que le corresponden.
Mientras tanto, miles de repartidores continúan pedaleando, manejando y entregando paquetes y alimentos, con la esperanza de que este sea el inicio de un país en el que su esfuerzo sea valorado y protegido.