
Daniel Noboa Azín, actual presidente de Ecuador, ha sido reelegido tras vencer en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con el 56.13% de los votos, frente al 43.87% de su contrincante, la candidata correísta, Luisa González. Con más del 90% de actas escrutadas, el Consejo Nacional Electoral declaró irreversible la tendencia y felicitó oficialmente al binomio de Acción Democrática Nacional, integrado por Noboa y su compañera de fórmula, María José Pinto.
La jornada electoral, celebrada el domingo 13 de abril, contó con una participación ciudadana del 83.76%, según cifras oficiales. Pese a la alta asistencia y la aparente normalidad del proceso, las tensiones no tardaron en surgir.
Noboa, de tan solo 37 años, hizo historia al convertirse en el presidente más joven del país en 2023, cuando ganó unas elecciones extraordinarias convocadas tras la disolución de la Asamblea Nacional por parte de Guillermo Lasso, en lo que se conoció como la “muerte cruzada”. Su primer mandato fue de transición y debía culminar en mayo de 2025. Con esta victoria, inicia ahora un período constitucional completo de cuatro años, consolidando su liderazgo en un país marcado por la inseguridad, la desconfianza institucional y una profunda división política.
Durante su corto primer mandato, Noboa enfrentó una escalada sin precedentes de violencia atribuida a bandas del narcotráfico. Declaró estado de excepción, militarizó cárceles y calles, y ordenó operativos al estilo Bukele, buscando frenar el avance de las organizaciones criminales. Sin embargo, la violencia ha persistido. Solo en los dos primeros meses de 2025 se registraron más de 1,500 asesinatos, mientras Ecuador se consolida como una de las principales rutas de salida de cocaína hacia Estados Unidos y Europa. En ciudades como Guayaquil y Esmeraldas, los enfrentamientos y atentados se han vuelto casi cotidianos.
Noboa anunció en su discurso de victoria que impulsará una Asamblea Constituyente para reformar la Carta Magna de 2008 y sentar las bases de una nueva etapa institucional. Aseguró que su segundo mandato será de “mano firme, justicia social y transparencia”, y llamó al país a cerrar filas ante la violencia y el caos político. Con esta reelección, Daniel Noboa se convierte en el segundo presidente en la historia reciente de Ecuador en lograr la continuidad mediante las urnas. Sin embargo, gobernará un país fracturado, bajo presión internacional y con una ciudadanía cansada del miedo y la incertidumbre.
En tanto, la candidata del correísmo, Luisa González, denunció un supuesto “grotesco fraude electoral” tras conocerse los resultados preliminares. Alegó inconsistencias entre las encuestas y los datos oficiales, y pidió un reconteo voto por voto, acusando al CNE de actuar con parcialidad.
A pesar de sus señalamientos, las misiones de observación electoral de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos aseguraron que el proceso se desarrolló con normalidad y llamaron a respetar los resultados.