
La noche del 17 de mayo, el Buque Escuela Cuauhtémoc se estrelló contra la base del puente de Brooklyn en Nueva York, durante una supuesta maniobra que terminó mal.
La embarcación, orgullo de la Armada de México con más de cuatro décadas de antigüedad, tenía a bordo 277 tripulantes al momento del accidente, varios de ellos en los mástiles, quedando algunos indefensamente colgados a más de 10 metros de altura, logrando aferrarse a las velas para no caer.
A bordo, la tripulación vivió momentos de pánico y caos, mientras se activaban los protocolos de emergencia. Entre los mismos marinos —que por suerte resultaron ilesos— se brindó atención a los 22 heridos. Desafortunadamente, el saldo fatal de la colisión fue de dos personas muertas, además de una institución desprestigiada, desacreditada y marcada de por vida.
Hoy se sabe que los dos fallecidos fueron identificados como América Yamileth Sánchez, de 20 años, originaria de Veracruz, y Adal Jair Maldonado Marcos, de 23, procedente de San Mateo del Mar, Oaxaca. Ella era estudiante de ingeniería naval y destacada nadadora. Él era apodado “Tyson” entre sus compañeros. Ambos cayeron desde lo alto de los mástiles al momento del impacto.
El embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, acudió a hospitales donde fueron ingresados los 20 tripulantes heridos: 11 de ellos reportados como graves y el resto, delicados pero estables.
El buque Cuauhtémoc había zarpado del puerto de Acapulco, Guerrero, apenas el 6 de abril, como parte del Crucero de Instrucción 2025 llamado “Consolidación de la Independencia de México en la Mar”, una gira internacional de formación para los cadetes de la Heroica Escuela Naval Militar.
Tras su paso por Norfolk, Virginia, el navío llegó a la ciudad de Nueva York, donde permaneció varios días cumpliendo actividades diplomáticas y académicas. Su destino siguiente era Islandia.
Reportes preliminares indican que el día del accidente, el buque iniciaba la maniobra de zarpe cuando supuestamente perdió potencia, comenzó a desplazarse en reversa y, sin posibilidad de frenar, impactó contra la estructura metálica, colapsando de manera instantánea tres de los mástiles.
Fue hasta la madrugada del 19 de mayo que, de acuerdo con información del Gobierno Federal, 172 cadetes, dos oficiales, un capitán, un segundo oficial y tres suboficiales regresaron a territorio mexicano, arribando al puerto de Veracruz. Ahí fueron recibidos por un discreto operativo coordinado por la Secretaría de Marina y la Cancillería, además del apoyo logístico de la aerolínea Aeroméxico.
El secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales, declaró que la institución mantiene comunicación directa con las familias de las víctimas y aseguró estarles brindando todo el respaldo necesario. También señaló que la investigación sobre lo ocurrido continúa abierta, sin que hasta el momento haya una versión oficial y definitiva sobre las causas del incidente.
En tanto, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, informó que una de las posibles causas sería una falla de energía en el sistema de propulsión. Sin embargo, al momento se investigan otros factores, como las corrientes del río, el viento y un posible protocolo deficiente con los remolcadores. Tampoco se ha confirmado si había un piloto de atraque certificado a bordo, como exigen las normas del puerto.
Por ello, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos abrió una investigación paralela, que analiza también las bitácoras de la embarcación, registros técnicos, grabaciones y testimonios.
Poco después del accidente, comenzaron a circular en redes videos donde presuntos simpatizantes de la llamada “Cuarta Transformación” se grabaron en la cubierta del Buque Cuauhtémoc invitando a los paisanos a participar en la próxima elección judicial. Los videos habrían sido captados poco antes del accidente, situación que generó fuertes críticas por un supuesto uso político del navío militar.
Al respecto, durante la conferencia matutina del 19 de mayo, la presidenta Claudia Sheinbaum explicó que los videos fueron grabados por gusto de los paisanos en Estados Unidos, debido a que en cada escala el buque es abierto a la ciudadanía. Además, calificó de mezquinos los señalamientos lanzados en contra de la Marina y respaldó el actuar de las fuerzas armadas.
Cabe mencionar que el Buque Escuela Cuauhtémoc fue construido en 1982 en los astilleros de Bilbao, España, y desde entonces había sido orgullo de México, representando al país en más de 50 naciones y 200 puertos. Conocido como “El Caballero de los Mares”, la embarcación también fue símbolo de la diplomacia naval mexicana. Sin embargo, hoy es calificada como una vergüenza nacional.
Por su parte, la Heroica Escuela Naval ya prepara una ceremonia para rendir homenaje a América Yamileth Sánchez y Adal Jair Maldonado Marcos, mientras sus nombres serán inscritos en el registro de servicio.
Mientras continúa la investigación en aguas extranjeras, el caso del Cuauhtémoc no solo pone a prueba los protocolos de seguridad de la Marina, sino también la forma en que el Estado mexicano protege a sus futuros oficiales.