
En menos de un día, el presidente municipal de Cuyoaco fue grabado en dos incidentes de abuso de poder: primero en una tienda departamental y después enfrentando a un chofer de autobús en plena autopista.
La imagen se repite en cuestión de horas y con la misma figura al centro: Iván Conrado Camacho Romero, presidente municipal priista de Cuyoaco, Puebla. Dos videos difundidos este lunes lo exhiben en situaciones que han desatado críticas por presunto abuso de poder y que han puesto en entredicho la disciplina y la prudencia del partido que representa.
El primer incidente ocurrió por la mañana en una tienda departamental del complejo Angelópolis. Las cámaras registraron el momento en que Camacho discutía con un empleado tras exigir la devolución de un artículo. La escena escaló rápidamente: a su lado, su pareja hizo una seña discreta y, de inmediato, uno de sus escoltas intervino con actitud intimidante hacia el trabajador.
El empleado, visiblemente nervioso, pidió ayuda con señas a los guardias de seguridad, mientras testigos aseguran que el alcalde alzó la voz advirtiendo que “no sabían con quién se metían”. Según los testimonios, también amenazó con “levantarlos” si no atendían su exigencia. La tensión obligó a la activación del protocolo de seguridad de la tienda y a la intervención del personal de vigilancia.
Horas más tarde, ya entrada la noche, otro video volvió a colocarlo en el centro de la polémica. Esta vez, la grabación mostraba a Camacho cerrándole el paso a un autobús de la empresa ADO sobre la autopista Puebla–Cuapiaxtla. El edil detuvo la marcha para encarar al chofer, presuntamente porque no le cedió el paso ni a él ni al vehículo que lo escoltaba. Automovilistas que circulaban por la zona se vieron obligados a detenerse durante varios minutos mientras se desarrollaba el altercado.
La difusión del primer video llevó al alcalde a anunciar el despido del escolta que intimidó al trabajador. En un breve comunicado, aseguró que su administración “se rige por principios y valores” y que “nadie que exceda sus funciones puede ser parte de mi equipo”. Sin embargo, el segundo incidente derrumbó esa narrativa. Apenas unas horas después, el propio Camacho era señalado nuevamente por un comportamiento contrario a la prudencia que había prometido.
El gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, reaccionó con dureza. “No somos virreyes, somos servidores públicos y debemos actuar con respeto y humildad”, declaró al ser cuestionado sobre los videos que circulaban en redes sociales.
Por su parte, la diputada local del PRI, Delfina Pozos Vergara, intentó respaldar al edil. Aseguró conocerlo “como amigo” y defendió “su calidad moral como persona”, aunque también señaló al escolta como responsable del primer incidente.
Mientras tanto, las críticas se multiplican en plataformas digitales. No solo se cuestiona el abuso de poder, sino también la impunidad con la que, según usuarios, estas conductas se ejercen en espacios públicos. Para muchos, los videos dejaron claro que el alcalde actuó bajo la protección de su cargo y que las medidas anunciadas fueron insuficientes.
Con dos incidentes en menos de 12 horas, Iván Camacho enfrenta ahora una crisis de imagen que amenaza con escalar dentro y fuera de su partido, en medio de un debate sobre la conducta y la responsabilidad de los servidores públicos frente a la ciudadanía.