Al inicio del año 2024, las economías de las regiones del Bajío y la frontera norte de México, conocidas por su dinamismo y estructura propensa al efecto del nearshoring, mostraron una notable contracción. Factores clave como la debilidad manufacturera en Estados Unidos y la fortaleza del peso frente al dólar influyeron negativamente en estas zonas. Además, la pérdida de poder adquisitivo debido a la elevada inflación y la alta tasa de interés exacerbó la situación económica.
Según datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 12 de las 32 entidades federativas del país presentaron una caída trimestral en su Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) durante los primeros tres meses de 2024. Las más afectadas fueron Coahuila, Tlaxcala y Jalisco, con descensos significativos en sus sectores de manufactura, construcción y comercio.
Impacto por Regiones
- Coahuila: La economía de Coahuila experimentó la mayor caída trimestral con un descenso del 1.97% respecto al último trimestre de 2023. Este declive fue principalmente atribuido a las disminuciones en los sectores de construcción, manufactura y comercio, afectando gravemente el desempeño económico de la región.
- Tlaxcala: Registró una contracción del 1.45%, impulsada por la merma en actividades terciarias, que son cruciales para el comportamiento del consumo privado.
- Jalisco: La cuarta economía más grande de México, vio un descenso del 1.35%, provocado por la debilidad en los sectores de manufactura y construcción.
Otras entidades que registraron caídas trimestrales en el ITAEE incluyen Baja California, Aguascalientes, Guanajuato, Michoacán, Querétaro, Chiapas, Nuevo León, Sonora y Yucatán.
La disminución en la actividad manufacturera en Estados Unidos, que experimentó una baja trimestral del 0.31%, fue un factor crucial para las entidades mexicanas debido a su dependencia en la demanda fabril estadounidense. La apreciación del peso mexicano frente al dólar, con un aumento del 8.92%, también impactó negativamente en las exportaciones nacionales, afectando especialmente a las entidades con vocación fabril y exportadora.
La inflación anual en México se situó en el 4.42% en marzo de 2024, alejándose del objetivo del Banco de México (Banxico) del 3% +/- un punto porcentual. Este incremento en la inflación, junto con una tasa de interés de referencia del 11.00%, limitó el acceso a financiamientos al consumo por parte de las familias mexicanas, reduciendo su poder adquisitivo y desincentivando la demanda interna, un componente crucial de las economías estatales.
En contraste, algunos estados mostraron crecimiento en sus economías. Sinaloa lideró el crecimiento anual del ITAEE con un incremento del 7.07% en los primeros tres meses de 2024, impulsado por sus actividades primarias. Zacatecas y Guerrero también mostraron aumentos, aunque estos se debieron a un efecto rebote tras contracciones anteriores.
Quintana Roo destacó con el mayor aumento anual en su economía, con una tasa del 20.6%, gracias al impacto del Tren Maya y un crecimiento significativo en la industria de la construcción. Otros estados como Campeche, Durango, Baja California Sur e Hidalgo también presentaron crecimientos notables.
El panorama económico en las regiones del Bajío y la frontera norte de México al inicio de 2024 es complejo, marcado por la contracción en sectores clave y desafíos externos como la debilidad manufacturera en Estados Unidos y la apreciación del peso mexicano. La pérdida de poder adquisitivo y las altas tasas de interés han exacerbado esta situación, afectando tanto a las economías locales como al consumo interno. A pesar de estos desafíos, algunas regiones han mostrado resiliencia y crecimiento, destacando la diversidad y las oportunidades dentro de la economía mexicana.