
Este 20 de noviembre se celebran los 111 años de la Revolución Mexicana, cuando el pueblo se levantó en armas para modificar el régimen económico y social impuesto durante el gobierno de Porfirio Díaz.
Medios de la época aseguraban que Francisco I. Madero tenía contacto con los muertos y contaban que se comunicaba con sus familiares fallecidos, quienes le indicaban cómo actuar en diversas situaciones de su vida.
Además, se cree que el Plan de San Luis, con el que invitó a la gente a rebelarse contra Porfirio Díaz, se lo dictaron los espíritus.
¿Madero incursionó en la política porque su hermano muerto se lo dijo?
Sí, aparentemente gracias a que era médium se pudo comunicar con su hermano muerto.
De acuerdo con Francisco Martín Moreno en su libro ‘100 Mitos de la Historia de México’, Madero se fue a vivir a Francia en 1886 para estudiar la universidad, por lo que se inscribió al Liceo de Versalles y posteriormente a la Escuela Exposición Universal de París para admirar los adelantos de la civilización.
Al inicio Francisco I. Madero estaba en territorio francés para llevar a cabo sus estudios y poder administrar la fortuna de su familia, sin embargo se encontró con la obra de Allan Kardec, un espiritista cuyos fundamentos principales eran: Dios existe y es único; los espíritus existen y cada hombre posee uno; la reencarnación es inobjetable; es posible comunicarse con espíritus; entre otros.
Ante tal acercamiento, Madero comenzó su carrera espiritista, él mismo escribió en sus Memorias que “no leí los libros, los devoré, pues sus doctrinas tan racionales, tan bellas, tan nuevas, me sedujeron, y desde entonces me convertí en espírita”.
Madero descubrió que era un médium escribiente debido a que una vez que entraba en trance podía escribir lo que le dictaban desde el más allá. Se dice que escuchaba voces y atribuía su transformación moral a la “mediumnimidad”.
Martín Moreno explica que cuando Francisco regresó a México siguió con sus creencias y logró comunicarse con familiares muertos, como con su hermano Raúl quien le dijo que su misión en la vida era ayudar a los necesitados.
Fue así como inició a transmitir sus conocimientos espíritas para curar a la gente, pero esto no era suficiente. Pese a que Madero ponía todos sus esfuerzos para hacer el bien, su hermano no estaba satisfecho y así le dio un mensaje que cambiaría el rumbo de su vida.
Aunque a Francisco le tomó varios días analizarlo, cuando logró interpretar dicho mensaje se dio cuenta que el camino que debía tomar para elevar “el nivel moral de la sociedad y sacarla de la opresión, de las esclavitud y fanatismo” era incursionar en la política.
(Francisco I. Madero reunido con jefes revolucionarios en la hacienda de Bustillos, Mediateca INAH )
No. Emiliano Zapata murió el 10 de abril de 1919 en Chinameca, Morelos, luego de que fue traicionado por Jesús Guajardo, oficial del ejército carrancista, no obstante hubo gente que creyó que el ‘Caudillo del Sur’ realmente no fue asesinado, sino que huyó a Arabia.
Aquel día Zapata tenía una cita con Guajardo, quien le había prometido romper lazos con Venustiano Carranza para unirse a los zapatistas. La versión explica que poco antes de aquel encuentro se reunió con su doble Agustín Cortés y lo mandó en su representación, siendo él quien perdería la vida aquel 10 de abril, mientras que el revolucionario escapó.
No obstante, expertos constataron que el cuerpo que los federales llevaron esa noche a Cuautla pertenecía a Zapata. Además, las declaraciones por parte de los testigos y participantes, como el general que organizó la emboscada y el jefe militar que le dio la noticia al presidente de la República, confirmaron que en efecto el ‘Caudillo del Sur’ murió aquel día.
El movimiento revolucionario surgió en 1910, encabezado por Francisco I. Madero y posteriormente se unirían los líderes Emiliano Zapata y Francisco Villa. Con la salida de Porfirio Díaz de la presidencia en 1911, Madero asumió el cargo, pero Zapata pronto se declaró en su contra y propuso el famoso “la tierra para quien la trabaja” y promulgó el Plan de Ayala.
El líder continuó con las guerrillas contra el gobierno de Victoriano Huerta, el cual era apoyado por Venustiano Carranza, quien 1919 preparó una emboscada para atacar a Zapata.
Memórica México recopiló documentos que certifican la muerte de Emiliano Zapata.
(Cadáver de Emiliano Zapata, Mediateca INAH )
No. Se cree que la Revolución Mexicana dejó a un millón de muertos, sin embargo, se desconoce a ciencia cierta cuál fue el saldo real de defunciones que este conflicto ocasionó.
Javier Garciadiego, doctor en Historia de México, explicó durante la conferencia ‘Epidemias de la Revolución’ que estuvo marcada por varias guerras y que no puede hablarse de un sólo conflicto armado entre 1910 y 1920.
El experto detalló que el primer levantamiento de armas que surgió fue el maderista entre 1910 a 1911 y se limitó a Chihuahua, a la Comarca Lagunera y después a Morelos, Puebla y Guerrero, donde hubo poca letalidad.
Posteriormente, la segunda lucha fue la zapatista a finales de 1911, de igual manera con poca mortandad. Más tarde fue la batalla orozquista en marzo de 1912 hasta agosto de ese mismo año, limitándose únicamente a Coahuila y Sonora.
Siguió la batalla constitucionalista entre febrero de 1913 a agosto de 1914, mientras que en 1915 cuando la guerra de facciones se convirtió en un enfrentamiento entre revolucionarios y constitucionalistas contra convencionistas.
Después vinieron las campañas de pacificación entre 1916 a 1920 con ejércitos limitados, así como con pocas armas y municiones. Más tarde se produjo la revuelta de Agua Prieta, con pocos muertos y entre ellos Venustiano Carranza. Por lo anterior, Garciadiego concluyó en que durante la Revolución Mexicana hubo una baja letalidad.
Puntualizó también que los censos de 1910 y 1921, 15 millones 160 mil 369 y 14 millones 334 mil 780, respectivamente, marcan una diferencia de 825 mil 589 habitantes. Si bien hubo alrededor de un millón de muertos en ese periodo, la revolución no es responsable de todos esos fallecimientos.
Algunos historiadores aseguran que el saldo fue entre 300 y 500 mil fallecidos por la revolución, mientras que las otras defunciones se produjeron por la hambruna y epidemias.
(Campamento de los constitucionalistas en la sierra, Mediateca INAH )
No. Otra de las historias que se cuentan sobre Emiliano Zapata es que era un campesino pobre, sin embargo, tenía una buena posición económica.
Los padres del ‘Caudillo del Sur’ eran pequeños ganaderos y tenían varias hectáreas de tierra, lo que le permitió tener incluso algunos lujos como ir a corridas de toros o peleas de gallos.
En el programa de ayer de Me Lo Dijo Adela, el historiador Alejandro Rosas confirmó que Zapata era un pequeño propietario que disfrutaba del coñac y la comida francesa.
Nos han vendido la idea de que si no eres pobre y casi casi muerto de hambre no puedes ser alguien que reivindique una lucha social, Zapata sí, era un pequeño propietario”, compartió.
(Emiliano Zapata a caballo, retrato, Mediateca INAH )
Doroteo Arango Arámbula es sin duda uno de los personajes más polémicos de la Revolución Mexicana, su vida está llena de mitos que, si bien ya han sido desmentidos, aún quedan varios datos sobre él.
Se cree que Francisco Villa era un alcohólico, sin embargo, no le gustaba el alcohol y su bebida favorita era la malteada de fresa. Además, cuando fue gobernador de Chihuahua mandó a cerrar 50 cantinas y construyó la misma cantidad de escuelas.