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América Latina es una región que enfrenta una crisis migratoria, donde las personas se ven obligadas a abandonar sus hogares para buscar mejores oportunidades. Entre las causas de la problemática está la desigualdad social, pobreza, violencia, cambio climático, agitaciones políticas y la pandemia de coronavirus.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) informó que México y Centroamérica registraron en 2021 un número de desplazados sin precedentes, pues alrededor de un millón de personas en la región se vieron obligados a salir de sus países.
Se calcula que 42,7 millones de latinoamericanos viven fuera de sus países de origen, así lo indican cifras del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud).
Existen diversas causas de la migración en América Latina, sin embargo entre las principales están las económicas, políticas, la inseguridad, así como la pandemia que también ha incrementado este fenómeno.
La emergencia sanitaria aumentó de manera significativa las desigualdades sociales y se agravó la precarización social y laboral.
Tan sólo en el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe se reveló que América Latina y el Caribe es la región más vulnerable del mundo en la pandemia. La pandemia se convirtió en una crisis social, pues la tasa de pobreza se incrementó a niveles no vistos en casi 30 años.
La pandemia y las medidas que se tomaron para mitigar los contagios ocasionaron la recesión económica más profunda de los últimos años y generó graves repercusiones económicas.
Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se perdieron alrededor de 50 millones de trabajos durante el primer año de la emergencia sanitaria.
De acuerdo con un artículo de la organización Nueva Sociedad, cada vez hay más factores que obligan a las personas a desplazarse, los cuales están relacionados con “la violencia social, con la búsqueda de seguridad humana, con el colapso de servicios públicos y, en general, con un sentido de desprotección y desesperanza frente al futuro inmediato”.
Entre los países más afectados por la pobreza, catástrofes climáticas y conflictos políticos están Haití, Venezuela y Honduras, por lo que en estos se da en mayor medida la migración forzada.
En el caso de Haití, el científico Wooldy Edson explicó para el medio DW que “los haitianos, una de las dos mayores poblaciones migrantes en América Latina no piensa a dónde podrían emigrar, sencillamente no tienen otra opción que la de huir de su país que se ha vuelto invisible”.
Otro de los países con una mayor cantidad de migrantes forzados es Venezuela, debido a que se ha agravado la situación socioeconómica y política.
Alrededor de seis millones de venezolanos abandonaron su país y la mayoría de ellos se dirigió a Colombia, otros cientos de miles a Ecuador, Perú, Chile, Argentina y México. Por lo anterior, Colombia se ha convertido en una residencia permanente para los venezolanos.
“La pandemia del COVID-19 ejerció una presión adicional en el colapsado sistema sanitario de Venezuela, afectado por la escasez de medicamentos y suministros sanitarios, las interrupciones de los servicios básicos en las instalaciones de salud y la emigración masiva de médicos y trabajadores sanitarios”, menciona el informe del International Center for Migration Policy Development (ICMPD).
El ICMPD destacó que la región de América Latina está expuesta a los efectos negativos del cambio climático, por ejemplo las temporadas de huracanes. Tan sólo en el 2020 se vivió una de las más fuertes en el Atlántico.
“Aunque todos los efectos del cambio climático en la migración internacional aún están sujetos a un amplio debate en los círculos políticos y académicos, el Corredor Seco de América Central es uno de los casos claros en los que —junto con otras causas—la migración podría atribuirse directamente a factores medioambientales”, destaca el informe.
La migración medioambiental es un tema que se está incluyendo en las políticas de migración de algunos países de la región, como en el caso de El Salvador, que aprobó en 2019 admitir a personas por razones humanitarias y en caso de “desastres antropogénicos, epidemias, fenómenos naturales”.
El informe menciona que Perú también implementó un plan de acción para atender la migración forzada por motivos de efectos del cambio climático.
De acuerdo con un informe del International Center for Migration Policy Development, en 2018 se comenzó a ver reflejada aún más la crisis migratoria en la región. Explica que fue en ese año cuando comenzaron a emerger las llamadas caravanas migrantes.
“El término hace referencia a grandes grupos de migrantes que intentan cruzar las fronteras de forma conjunta para llegar a su destino, principalmente Estados Unidos”, señaló el ICMPD.
Además la migración afecta cada vez más a menores de edad. De acuerdo con la Unicef, para este 2022 la cifra de niños, niñas y adolescentes migrantes podría alcanzar la cifra de 3,5 millones, lo que representa un 47 por ciento más que en el 2021.
“Los efectos combinados del cambio climático, los eventos climáticos extremos, la violencia, el cierre de escuelas y las repercusiones socioeconómicas de la pandemia del COVID-19 han impulsado aún más varios flujos migratorios en América Latina y el Caribe, con cada vez más familias con niños, niñas y adolescentes en movimiento”, explica la organización.
El gobierno de Joe Biden había anunciado que se tomarían medidas compasivas hacia los migrantes, no obstante se han mantenido las restricciones por la emergencia sanitaria.
Por lo anterior, México se ha convertido en el destino de muchos de los migrantes que buscan el llamado “sueño americano”.
“México se encuentra hoy bajo una creciente presión con la llegada continua de personas con necesidades distintas y cada vez más complejas a sus dos fronteras. No puede haber una sola respuesta, las soluciones tienen que ser integrales, inclusivas y con un enfoque regional”, destacó Filippo Grandi, titular de ACNUR, y citado por la ONU.
Las autoridades mexicanas nunca habían detenido a tantos migrantes como en 2021, pues hasta octubre tenían 228 mil personas en situación irregular.
Asimismo, las solicitudes de asilo en México se han duplicado debido al cierre de las fronteras a causa de la pandemia de coronavirus. Los principales solicitantes en el país son hondureños, haitianos, cubanos, salvadoreños, venezolanos y guatemaltecos.
En Tapachula es donde se ve reflejada esta problemática, debido a que muchas personas desplazadas están varadas en el lugar.
Muchos migrantes y activistas han denunciado que Tapachula se convirtió en “una cárcel al aire libre”, el municipio fronterizo con Guatemala ha estado durante varios años con personas en situación irregular que esperan regularizar su situación.