Ricardo Velarde Cárdenas dejó su cargo como secretario de Economía del Gobierno de Sinaloa tras tres semanas de silencio público y presión social por la desaparición de Carlos Emilio Galván Valenzuela, un joven de Durango visto por última vez la madrugada del 5 de octubre en la Terraza Valentino, bar del que el funcionario es copropietario.
La renuncia fue presentada este jueves, en medio de las diligencias que mantiene la Fiscalía General del Estado. En un mensaje difundido en redes sociales, Velarde reconoció que el caso lo llevó a separarse del gabinete:
“He tomado la decisión de dejar mi cargo para atender con responsabilidad y transparencia una situación que nos afecta a todos”, escribió.
Aseguró que fueron días de silencio, respeto y reflexión, y agradeció al gobernador Rubén Rocha Moya por su respaldo y palabras de reconocimiento. “La verdad saldrá a la luz”, agregó.
El anuncio ocurrió después de que autoridades estatales catearan el establecimiento ubicado en la zona turística de Mazatlán, dentro de la investigación por la desaparición del joven. Testigos aseguran que Carlos Emilio se separó de su familia para ir al baño y ya no regresó.
El gobernador Rocha confirmó la salida del funcionario y destacó su decisión como un acto de responsabilidad para “atender a plenitud su compromiso personal con el esclarecimiento de los hechos”. Reconoció además su trabajo al frente de la dependencia y señaló que la prioridad del gobierno es el derecho a la verdad y a la justicia.
La Terraza Valentino continúa bajo resguardo judicial. La Fiscalía revisa grabaciones de cámaras, bitácoras de empleados y documentos de operación, sin que hasta el momento haya avances públicos.
Velarde, conocido en el ámbito empresarial como Pity Velarde, es uno de los rostros más visibles del sector turístico de Mazatlán. Antes de integrarse al gabinete estatal, presidió la Canirac Mazatlán y fue vicepresidente nacional del organismo. En el servicio público se desempeñó como secretario de Desarrollo Económico, Turismo y Pesca municipal, encargado del despacho de la Secretaría de Turismo estatal y, posteriormente, titular de Economía.
La desaparición de Carlos Emilio provocó manifestaciones de familiares y colectivos de búsqueda que exigen justicia. Para ellos, la renuncia del funcionario no cierra el caso, apenas lo coloca en el plano político: una señal de que el expediente ya tocó las estructuras del poder.
Velarde afirmó que seguirá colaborando con las autoridades y que mantendrá su labor empresarial “con mayor enfoque”, confiando en que la verdad saldrá a la luz. “Mi solidaridad está con las familias que buscan respuestas”, escribió.
Hasta ahora, el gobierno estatal no ha designado sustituto en la Secretaría de Economía. Rocha Moya indicó que el despacho quedará a cargo de manera provisional, mientras continúa la investigación.
El caso mantiene encendidas las alertas en Mazatlán, donde los índices de desaparición y violencia se han incrementado. Colectivos locales denuncian que el número de jóvenes desaparecidos se ha duplicado en el último año.
Con su salida, Ricardo Velarde intenta contener el impacto político de una tragedia que trasciende su nombre. Dijo que la verdad saldrá a la luz. Pero, por ahora, esa verdad sigue sin aparecer.