
Durante los últimos días, usuarios en plataformas digitales reportaron haber visto al intérprete en la zona de la Roma y Condesa, donde —según vecinos— pasa las noches en una banca pública acompañado de sus cuatro gatos y una perrita, a quienes se niega a abandonar.
Las imágenes, compartidas por residentes y transeúntes, rápidamente se viralizaron y generaron una ola de solidaridad. Diversos usuarios han solicitado apoyo para ofrecerle un refugio temporal o donativos en especie que le permitan cubrir sus necesidades básicas y las de sus mascotas.
De acuerdo con la cuenta vecinal @LaRomaMex, Landeros se ubica sobre el camellón de Mazatlán, entre las calles Juan de la Barrera y Agustín Melgar, frente a un edificio de la colonia Condesa. El colectivo vecinal busca gestionar un espacio donde el actor pueda resguardarse durante las próximas semanas.
Alejandro Landeros fue una figura reconocida en la televisión mexicana durante la década de los ochenta, participando en múltiples producciones de Televisa. Su papel más recordado fue el de Rigoberto Camacho en la telenovela “Rosa Salvaje” (1988), protagonizada por Verónica Castro y Guillermo Capetillo.
También actuó en proyectos emblemáticos como Pasión y Poder (1988), Monte Calvario (1986), Vivir un poco (1985), Bianca Vidal (1982), Papá soltero (1989) y Un rostro en mi pasado (1989). Su rostro se convirtió en uno de los más familiares de la televisión mexicana de aquella época.
La historia de Landeros ha despertado un debate sobre las condiciones de vida de los artistas veteranos en México, muchos de los cuales enfrentan abandono o precariedad tras años de trayectoria.
Vecinos y usuarios han comenzado a organizar colectas de víveres, cobijas y alimento para sus mascotas, mientras se busca un espacio digno donde el actor pueda permanecer temporalmente.
“Sin importar las caídas o los golpes de la vida, la empatía siempre será la respuesta”, escribió un usuario en X, reflejando el sentir de cientos de internautas que han ofrecido ayuda.