Porque cuando la falsedad se oficializa y se ataca de manera sistemática a los críticos, el discurso público se devalúa y, quienes más lo padecen, son los ciudadanos mexicanos, los afectados de los desastres, los muertos de la pandemia y las víctimas de la violencia, es decir, aquellos que no alcanzaron a entrar al país de los otros datos y que no fueron cobijados por la fuerza moral de AMLO.