
Ante el persistente riesgo de ataques aéreos por parte de Rusia, más de 17 mil niños en la ciudad de Járkov, al este de Ucrania, comenzaron el nuevo ciclo escolar en aulas subterráneas. La medida busca garantizar la seguridad de los estudiantes, más de tres años después del inicio de la invasión rusa.
"Hoy, mi hijo, de primer curso, ha venido por primera vez a la escuela, una escuela subterránea, la más cercana a Saltivka del Norte", dijo Anastasia Pochergina, madre de joven que regresa a clases.
Actualmente, siete escuelas ya operan en refugios construidos a varios pisos bajo tierra. Según autoridades locales, el gobierno municipal planea habilitar más instalaciones de este tipo en los próximos meses, con el objetivo de proteger a la población infantil sin interrumpir su educación.
"La escuela está tres pisos bajo tierra, y nos dijeron que es la más profunda de Járkov. Por eso creo que es segura. No esperábamos que fuera posible este año, pero como madre estaba desesperada por que mi hija pudiera asistir a una escuela normal", señaló Pochergina.
Además, seis estaciones del metro han sido adaptadas como salones de clase, convirtiéndose en espacios temporales pero seguros para miles de estudiantes. Estas aulas subterráneas están equipadas con iluminación, mobiliario y acceso a materiales educativos, en un esfuerzo por ofrecer condiciones dignas en medio del conflicto.
Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, ha sido una de las más afectadas por los bombardeos desde el inicio de la guerra en febrero de 2022. Pese a los desafíos, las autoridades locales insisten en que garantizar la continuidad educativa es clave para el futuro del país.