En plena temporada navideña, cuando las ciudades se llenan de luces y buenos deseos, un accidente puede transformar la celebración en momentos de tensión. Esto ocurrió el pasado 26 de noviembre en Chengdu, China, donde un gigantesco árbol navideño instalado en un centro comercial se incendió en cuestión de segundos provocando pánico entre los visitantes que se encontraban en el lugar.
Videos difundidos en redes sociales muestran cómo el fuego comenzó en la base de la estructura y avanzó rápidamente hasta envolverla casi por completo. Una nube de humo negro se elevó hacia los pisos superiores del complejo comercial mientras las personas se alejaban para ponerse a salvo. Entre las imágenes también se observa a un hombre tratando de combatir el fuego con un extintor, aunque la magnitud de las llamas superó de inmediato su esfuerzo.
Reportes internacionales indicaron que el incendio habría sido provocado por un desperfecto en el cableado eléctrico del árbol, lo que generó un cortocircuito. A pesar del susto y del caos inicial, las autoridades confirmaron que no se registraron personas lesionadas. Personal de seguridad actuó de manera inmediata y evacuó las zonas cercanas para evitar intoxicaciones por humo y prevenir accidentes ante el posible colapso de la estructura decorativa.
Aunque lo ocurrido en Chengdu se viralizó por la rapidez con la que las llamas consumieron el árbol, especialistas recuerdan que incidentes de este tipo pueden presentarse en cualquier lugar durante la temporada decembrina, ya sea por fallas eléctricas, sobrecalentamiento o instalaciones inadecuadas. Por ello, recomiendan revisar el estado de las luces antes de colocarlas y evitar conexiones improvisadas para reducir riesgos.
El suceso se convirtió rápidamente en un recordatorio de la vulnerabilidad de estas decoraciones y de cómo, incluso en fechas festivas, un descuido o una falla mínima pueden desencadenar una emergencia.