
Hoy, 10 de septiembre de 2025, el comentarista político conservador Charlie Kirk fue asesinado a causa de un disparo en el cuello. Fue considerado uno de los comentaristas políticos más influyentes recientes en E.U.A.: fundador de Turning point U.S.A., una organización política que buscaba esparcir los valores conservadores en las universidades y preparatorias del país; fue un debatiente infame en Jubilee; así como fué bien conocido por sus debates con chicos de preparatoria y universidad. Esposo de Erika Frantzve y padre de dos hijos, su asesinato fue rápidamente condenado por todas las grandes figuras de la política estadounidense; a tal punto que personajes tan opuestos como Donald Trump, J.D. Vance, Kamala Harris y Bernie Sanders (entre otras figuras) condenaron el suceso.
Sin embargo, la muerte de Kirk no fue condenada por todo mundo. Es verdad que las figuras más influyentes del vecino del norte condenaron el suceso, pero también es verdad que muchas publicaciones en redes sociales (como Reddit, Twitter y TikTok) no solo no condenaron el ataque, sino que lo justificaron e incluso lo celebraron; alegando que el discurso de Charlie Kirk tenía elementos racistas, homofóbicos, transfobicos y muchos otros rasgos indeseables. En este artículo no se defenderá ni se atacarán estas opiniones, ya que es igualmente cierto que sectores de derecha de la sociedad utilizarán este evento como un arma contra sus adversarios políticos (como se muestra en la segunda imagen). Aquí no se analizará la cuestión de quién tiene razón; más bien, el enfoque se centrará en las implicaciones que tienen estas reacciones, así como el hecho de que pueden mostrarnos algo inquietante: la cohesión social de Estados Unidos se está desmoronando, y esto puede llevar a la justificación de la violencia con base en motivaciones políticas.
El caso de Mangione fue otro síntoma sobre la justificación de la violencia política, ya que muchas personas, especialmente jóvenes, justificaron el asesinato del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson. Fue asesinado el 4 de diciembre de 2024, y su muerte desató un debate en la sociedad, esta vez centrado en los servicios médicos del país. Estados Unidos es conocido desde hace tiempo por tener un sistema de salud más caro que el resto de sus aliados de occidente y países desarrollados. En las redes sociales, particularmente TikTok, los jóvenes compartían sus experiencias personales con las aseguradoras en EE.UU.. Estas a menudo hablaban de casos radicales, a veces tan graves como la negación de ciertos tratamientos o materiales que terminó comprometiendo la salud de los seres queridos de esa gente. Las figuras políticas tradicionales volvieron a condenar el asesinato; sin embargo, muchos jóvenes se sintieron incapaces de hacerlo debido a sus propias experiencias y opiniones.
Finalmente llegamos al caso de Charlie Kirk. Él siempre ha sido una figura controversial en el mundo de la política; su organización más grande, Turning Point, se ha expandido más allá de la política estadounidense y ha establecido bases en países como el Reino Unido. También había mantenido una constante actividad política reciente: un día se le podía encontrar publicando en Twitter contra la administración Biden, se le encontraba debatiendo con estudiantes universitarios en un campus y al siguiente apareciendo en la serie “Surrounded” de Jubilee. Su activismo político y sus posturas sociales generaron fuertes críticas; en numerosas ocasiones se le acusó de promover posturas vinculadas al racismo, el autoritarismo, la homofobia, la islamofobia y otras formas de sentimiento xenofóbicas o antiprogresistas. A menudo, estas acusaciones tenían una causa: se opuso repetidamente al matrimonio igualitario, negó la existencia de más de dos géneros y, durante las primarias demócratas de Nueva York, se opuso firmemente al ahora candidato demócrata Zohran Mamdani debido a sus raíces ruandesas y musulmanas. Estos son solo algunos ejemplos de sus posturas acaloradas, que con el paso del tiempo se volvieron tantas que me es difícil recordarlas todas.
Charlie Kirk fue una figura cuya obra siempre estuvo sujeta a controversia. Sus críticas a menudo se dirigían no sólo al gobierno y a problemas sociales, sino también al sentido de identidad de muchos grupos e individuos en un país tan diverso. Sin embargo, su influencia creció y se convirtió en un pilar de la difusión del pensamiento conservador en Estados Unidos. En tiempos de polarización, contribuyó a alimentarla: defendió a Trump en cada escándalo y planeó continuar con sus giras y debates. Su asesinato es, de nuevo, un tema central en la política norteamericana y el síntoma más claro de que la cohesión interna de su sociedad se está desmoronando; esto es algo muy peligroso.
@bournesick The reason it was denied??? Because it’s so rare in a child his age (less than 12 cases per year) so the claim is he does not actually need it??? Luigi!!! #americanhealthcare #insurance #america #medicallycomplex ♬ original sound - Bournesick
Estos tres intentos de asesinato, de los cuales dos fueron exitosos, reflejan un creciente sentimiento de fatiga y desilusión con las instituciones, los sistemas y las ideas políticas que rigen la sociedad, y que la gente se ve obligada a debatir una y otra vez. A medida que los diferentes sectores de esta sociedad (que aún es) común continúan demonizándose mutuamente, la lucha por el poder empeora. La derecha llamará a la izquierda un grupo de “lunáticos” que están destruyendo la sociedad, mientras que la izquierda se opondrá a lo que considera políticas y retórica cada vez más autoritarias. El centro, por su parte, seguirá debilitándose, y con él las instituciones y las percepciones compartidas de lo que se creía que era la sociedad. Estados Unidos, y hasta cierto punto el resto del mundo, se encuentran en una situación desesperada; si algo nos ha enseñado la historia, es que cuando las sociedades entran en conflicto, las instituciones y el respeto se erosionan, y con esa erosión vienen la violencia y la miseria.