
Tomados de la mano, José y Alicia fueron arrastrados por la corriente en Texas: buscan a la mexicana entre lodo y ramas mientras la tragedia deja más de 100 muertos.
En una madrugada que debía ser de fiesta, el 4 de julio, la naturaleza se volvió brutal en Texas. Las lluvias torrenciales convirtieron el desbordado río Guadalupe en un monstruo que arrasó con casas, autos y familias. José Olvera, de 68 años, originario de Petzcola, Querétaro, y su esposa, Alicia Ramírez, llevaban más de 30 años trabajando en la misma casa en Hunt, en el condado de Kerr. Fue ahí donde la corriente los alcanzó… juntos, tomados de la mano, mientras el agua se llevaba su historia, su vida y su hogar.
Un inicio de tragedia en la madrugada del 4 de julio
Era apenas la madrugada cuando más de 30 centímetros de lluvia cayeron en 12 horas, en la región conocida como ‘Hill Country’, cerca de San Antonio, justo cuando familias se preparaban para las celebraciones del Día de la Independencia de Estados Unidos. El río Guadalupe alcanzó su segundo nivel más alto registrado: 9.9 metros de altura. Lo que prometía ser un fin de semana de parrilladas y fuegos artificiales se transformó en una tragedia de lodo, agua y muerte.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió de tormentas y posibles inundaciones. Pero para muchos, las lluvias llegaron demasiado rápido.
La última vez que fueron vistos
Según testimonios de la familia, José y Alicia Olvera se encontraban en la casa donde trabajaron durante tres décadas, en la comunidad de Hunt, cuando el agua rompió muros y ventanas, arrastrándolos. Testigos aseguran que estaban tomados de la mano cuando fueron arrastrados por la corriente, en un intento de no soltarse mientras el agua subía de nivel de forma imparable.
El hallazgo del cuerpo de José Olvera
Tras días de búsqueda entre lodo, ramas y escombros, el cuerpo de José Olvera fue localizado el sábado 6 de julio, enterrado entre ramas y sedimentos dejados por el caudal violento del río Guadalupe. Fue una voluntaria, Ilda Mendoza, embarazada y a punto de dar a luz, quien ayudó a recuperar el cuerpo. “Primero hallamos a una niña y a un niño, y después encontramos a don José, enterrado entre ramas y lodo”, relató un joven voluntario.
Mientras tanto, la búsqueda de Alicia Ramírez continúa. Angélica Torres, hija del matrimonio, pidió ayuda entre lágrimas: “Andamos en búsqueda de nuestra madre. Los días están pasando y estamos desesperados”.
Más de 100 muertos: una tragedia sin precedentes
El condado de Kerr, el más afectado, ha reportado 84 muertos, entre ellos 28 niños, muchos de ellos del campamento de verano cristiano Camp Mystic. En total, las autoridades confirmaron al menos 109 víctimas fatales por las inundaciones en Texas.
Los equipos de rescate, bomberos y voluntarios, incluidos bomberos de Acuña, Coahuila, han recorrido kilómetros a lo largo del río Guadalupe, en busca de desaparecidos, retirando árboles caídos, lodo y escombros.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, firma emergencia y la FEMA actúa
La magnitud de la tragedia llevó al presidente Donald Trump a firmar la declaración de emergencia por desastre natural, permitiendo a la Agencia Federal de Manejo de Desastres (FEMA) coordinar apoyos en Texas. Durante una cena en la Casa Blanca con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, Trump aseguró que su administración “hará todo lo posible para ayudar” y confirmó que visitará las zonas afectadas.
México reacciona y envía apoyo
Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó la muerte del connacional y la desaparición de su esposa, destacando el trabajo del consulado de San Antonio, que se mantiene activo en apoyo a las familias mexicanas afectadas.
Sheinbaum nombró a cada uno de los bomberos de Coahuila que viajaron a Texas a ayudar en labores de rescate: Javier Alvarado Lumbreras, Christopher Abraham, Roel Delgado Martínez, José Omar Llanas, Aldo Ortiz Rodríguez, Mario Alberto Linares Linares, Guillermo Samuel Quiroz, Javier Isaac Alvarado y Jesús Eduardo Salas. “Honor a quien honor merece”, expresó, recordando que “las y los mexicanos somos solidarios, fraternos siempre”.
Una tragedia que sacude a México
El alcalde de Jalpan de Serra, Rubén Hernández, confirmó que José Olvera era originario de Petzcola, Jalpan de Serra, Querétaro, y extendió su solidaridad a la familia, asegurando que el municipio apoyará en todo lo necesario. El alcalde también confirmó que Alicia Ramírez sigue desaparecida y es originaria del mismo municipio.
El Gobierno de Guanajuato reportó que cuatro mexicanos, integrantes de una misma familia, también están desaparecidos tras las inundaciones.
Viola Davis reconoce a México y Sheinbaum responde
La actriz estadounidense Viola Davis elogió la solidaridad de México, destacando su apoyo humanitario en medio de la tragedia. Sheinbaum agradeció, afirmando: “Esos elogios son al pueblo de México. Es nuestra cultura. Lo reflejan nuestros bomberos que arriesgan su vida para salvar la de otros”.
Entre lodo y ramas: la esperanza de encontrar a Alicia
Mientras la FEMA y voluntarios retiran árboles, barro y autos volcados, la familia Olvera y los voluntarios siguen buscando a Alicia Ramírez. Los pronósticos de lluvia y las nuevas crecidas del río Guadalupe dificultan la labor, pero las brigadas no se detienen.
“Las posibilidades de encontrarla con vida son bajas, pero necesitamos traerla de regreso”, comentó un rescatista, mientras otros voluntarios caminan entre el lodo con picos, perros de rescate y drones para rastrear cada centímetro del terreno devastado.
Un país que exige justicia y apoyo
Las redes sociales se han llenado de mensajes de solidaridad para la familia Olvera y para las familias afectadas por esta tragedia en Texas. Desde Texas hasta Querétaro, la comunidad mexicana clama por apoyo, justicia y acciones que prevengan tragedias similares.
La cifra de más de 109 muertos podría aumentar mientras continúan las labores de búsqueda, con familias enteras, niños y adultos reportados como desaparecidos, mientras Texas intenta recuperarse de las lluvias que arrasaron con todo a su paso.
La historia de José Olvera y Alicia Ramírez, tomados de la mano hasta el último momento, se convierte en símbolo de las víctimas de esta tragedia, mientras Texas y México se unen en una misma causa: encontrar a los desaparecidos y sanar las heridas que deja la tragedia de las inundaciones.