
Una jueza federal emitió una orden preliminar que detiene la expansión y ordena la reducción operativa de un controvertido centro de detención de inmigrantes ubicado en medio de los Everglades de Florida, apodado por activistas como el “Alcatraz de los caimanes”, debido a su ubicación remota y las duras condiciones reportadas.
La jueza de distrito Kathleen Williams formalizó la suspensión que había impuesto de manera temporal hace dos semanas, mientras se desarrollaban audiencias testimoniales para evaluar si la construcción debía continuar durante el proceso judicial.
Grupos ambientalistas y defensores de derechos humanos alegan que el centro, además de vulnerar las condiciones de detención de migrantes, infringe normas federales de protección ambiental al estar ubicado en una zona ecológicamente sensible.
En respuesta a la decisión, el estado de Florida presentó un aviso de apelación, mientras que el portavoz del gobernador Ron DeSantis, Alex Lanfranconi, minimizó el impacto del fallo al declarar: “Las deportaciones continuarán hasta que mejore la moral.”
La orden judicial establece que la población del centro deberá reducirse en los próximos 60 días, mediante la reubicación de los detenidos a otras instalaciones. Una vez cumplido ese plazo, deberán retirarse las cercas, sistemas de iluminación y generadores eléctricos. Además, prohíbe el ingreso de nuevos detenidos, salvo aquellos que ya se encuentren bajo custodia en ese lugar.
La jueza también advirtió que la restricción se extiende a funcionarios estatales y federales, así como a cualquier persona que actúe en coordinación con ellos, según se detalla en el fallo de 82 páginas.
El proceso judicial continúa y será una corte superior la que decida si la obra queda detenida de forma definitiva.