
Al interior de una capilla satánica de Pachuca, ahí torturaron a dos agentes ministeriales de la Procuraduría General de Hidalgo hasta quitarles la vida: el lugar lleva el nombre de Angelito Negro 666.
Las víctimas: el agente Paulino Castañeda Aguilar y el oficial Vicente Monroy Ballesteros: ambos estaban adscritos al Centro de Justicia para Mujeres de la entidad.
Ayer, familiares y compañeros de los agentes asesinados por la secta satánica, los despidieron con honores: la banda de guerra hizo sonar el toque de silencio.
Por unos minutos, de igual manera, se encendieron las torretas y bocinas de las patrullas ministeriales, las sirenas de las unidades cubrieron el funeral.
Todo ocurrió el pasado 5 de julio, los agentes Paulino y Vicente habían sido enviados a entregar un oficio de medidas cautelares por un caso de violencia familiar en la colonia La Loma en Pachuca, en tierra hidalguense.
Durante su trayecto, fueron interceptados por personas armadas, quienes los secuestraron y llevaron a la capilla del Angelito Negro, en donde los golpearon hasta causarles la muerte.
Luego de no saber de ellos, se emitió una alerta por lo que se desplegó un operativo para buscarlos: fueron localizados al interior de la capilla satánica, estaban torturados: uno murió en el lugar, el otro murió en el hospital.
La familia exige justicia, ya que señalan que los agentes eran víctimas además de explotación laboral y que su muerte también está relacionada con los malos tratos de parte de sus superiores.
Hasta el momento hay cuatro detenidos: este fin de semana se determinará su situación jurídica. Cabe señalar que las autoridades locales aseguran que no tenían información de esa capilla y que comenzarán las indagatorias para saber si existen más similares.
En tanto la capilla Angelito Negro se encuentra asegurada por elementos estatales: mientras la Fiscalía del Estado recolecta los indicios necesarios para determinar la situación jurídica de las personas que se encuentran detenidas por la muerte de los dos agentes ministeriales.