
Al mero estilo de David Copperfield o de “Los Ilusionistas”, 33 toneladas de concentrado de oro y plata literalmente desaparecieron en la carretera Durango a Puerto Manzanillo en Colima, muy cerca de Guadalajara, Jalisco.
Botín que supuestamente fue robado por un comando que interceptó al valioso camión el 4 de julio, convirtiendo el atraco en uno de los mayores y más sospechosos robos al sector minero mexicano en la historia reciente de México.
El cargamento era propiedad de Grupo Minero Bacis y había partido desde Otáez, Durango, donde se localiza la mina El Herrero, principal fuente de extracción de oro de Grupo Minero Bacis, un corporativo con raíces en el siglo XVIII y dirigido actualmente por José Jaime Gutiérrez Núñez, expresidente de la Cámara Minera de México (Camimex).
Se dirigía al puerto de Manzanillo en Colima y, de acuerdo con la empresa, era trasladado a bordo de un tractocamión propiedad de Fletes Durango S.A. de C.V.
De acuerdo con información proporcionada por la empresa minera a medios, la pesada unidad con número económico 104 apenas había recorrido 980 kilómetros cuando fue interceptada por dos vehículos color blanco con cristales polarizados, ambos tripulados por presuntos criminales armados, quienes, sin especificar los métodos, obligaron a detener el paso y lograron neutralizar a los guardias de seguridad para después someter al chofer y privarlos de la libertad en plena carretera.
Aproximadamente hora y media después, los mismos operadores del camión y los guardias de seguridad fueron liberados sobre la misma carretera, logrando llegar ilesos hasta la caseta de Chapala, en el municipio de Jocotepec, Jalisco, donde según contaron, pidieron apoyo a la Guardia Nacional.
Tras desplegar un operativo en la zona, las autoridades lograron ubicar el transporte abandonado cerca de Acatlán de Juárez, pero ya sin las 33 toneladas del concentrado de oro y plata, cuyo paradero hasta el momento es desconocido.
En el documento, Grupo Minero Bacis S.A. de C.V. lamentó el llamado “incidente” que, aseguran, deteriora el giro del negocio minero y los ingresos al país, y refieren también que la empresa minera se dedica a la extracción de minerales de oro y plata para comercializarlos tanto en el mercado nacional como internacional.
De acuerdo con la información que ha surgido a cuentagotas, el alto habría ocurrido a plena luz del día, aunque algunas versiones refieren que sucedió alrededor de la 1:00 de la madrugada cerca de la caseta de Tepatitlán de Morelos.
Aunque el costo del oro y la plata varía según los mercados, se estima que la carga podría superar los 500 millones de pesos mexicanos, suponiendo que la mayor parte de la carga era el codiciado metal amarillo.
Entre otras cosas que llaman la atención, está la rapidez con la que los ladrones prófugos lograron mover las 33 toneladas de oro y plata en aproximadamente hora y media, pues el peso aproximado del cargamento es similar al de seis elefantes africanos machos o al de cinco camionetas tipo Suburban llenas de gasolina y equipaje.
Pese a la magnitud del robo, ni la Fiscalía General de la República ni la Fiscalía de Justicia de Jalisco han recibido denuncia formal por parte de Grupo Minero Bacis. Sin embargo, las autoridades confirmaron que han recibido solicitudes informativas de medios, pero no una denuncia oficial que active formalmente la investigación del presunto asalto.
El artículo 376 del Código Penal Federal establece penas de 6 a 12 años de prisión para quien cometa robo en autotransporte federal de carga, sin importar el valor de lo robado, mientras que el artículo 376 Bis permite la acumulación de penas en caso de que el robo incluya el vehículo automotor, como en este caso.
Pero, ¿qué es un concentrado de oro o plata?
Expertos refieren que se trata de un material con alta concentración de estos metales que todavía requiere procesos de refinación para separar la ganga y otros elementos y obtener un producto puro. Sin embargo, aunque no se trata de lingotes, su valor en el mercado es considerable, pues es la materia prima clave para la obtención de oro o plata refinados.
Según explicó Fernando Rosas Palafox, secretario de Desarrollo Económico de Durango, la empresa confirmó que el asalto ocurrió en un tramo federal en otro estado, por lo que ya se encuentran en contacto con las autoridades federales para ampliar las investigaciones y dar con los responsables.
Por su parte, la compañía minera ha decidido pausar temporalmente sus operaciones para proteger la seguridad de sus trabajadores mientras evalúan las medidas de seguridad a implementar en sus próximas rutas de traslado, pues nunca se habían enfrentado a una situación similar.
La historia de Grupo Minero Bacis se remonta a 1772, cuando se registró como Mina de Todos los Santos. Fue operada por una compañía inglesa entre 1900 y 1938, y cinco años más tarde fue adquirida por los hermanos Gutiérrez Monárrez, quienes la rebautizaron como El Herrero, sentando las bases de la estructura empresarial actual. Además, a lo largo de su historia, la empresa ha invertido en infraestructura como plantas de procesamiento y plantas de lixiviación, manteniendo volúmenes de producción competitivos y capacidad de exportación a nivel nacional e internacional.
Este robo ocurre a menos de un año de un atraco similar, pues en octubre de 2024 un comando robó seis góndolas cargadas con 240 toneladas de concentrados de oro, plata, zinc y plomo extraídos de la mina Peñasquito en Zacatecas, operada por Newmont Corporation.
En ese entonces, el atraco fue calificado como “el robo del siglo” por medios nacionales, pues aquel botín ascendía a 61.5 millones de pesos. Sin embargo, el caso sigue abierto y bajo investigación sin la recuperación de la carga robada.
Ambos casos significan no solo un golpe millonario a las empresas y al sector minero en México, sino también exhiben la falta de mecanismos de seguridad efectivos para las rutas de transporte en todo el país y la profunda vulnerabilidad de la industria frente a la operación del crimen organizado.