
Chris Brown está de nuevo bajo custodia, esta vez fuera de Estados Unidos. La policía británica lo arrestó el jueves por su presunta implicación en un ataque ocurrido hace más de un año en Londres. La justicia lo acusa de haber agredido con una botella a un productor musical dentro de un club nocturno. El caso llegó ante el Tribunal de Magistrados de Manchester, donde el artista no obtuvo fianza ni medidas sustitutivas. Permanecerá en prisión al menos hasta junio.
De acuerdo con la investigación, el hecho ocurrió en febrero de 2023 en el club Tape London, uno de los sitios exclusivos del West End londinense. La víctima fue identificada como Abraham Diaw, productor de origen africano. Según la versión que presentó ante la corte, Brown lo habría golpeado en la cabeza con una botella de tequila de alta gama y luego continuó agrediéndolo con patadas.
La audiencia se realizó la mañana del viernes. La jueza del caso, Joanne Hirst, rechazó otorgar libertad provisional, argumentando que el cantante tenía una gira internacional a punto de comenzar y existía un alto riesgo de que abandonara el país. Con base en ello, dictó prisión preventiva. La próxima audiencia fue programada para el 13 de junio ante el Tribunal de la Corona de Southwark.
La gira, en pausa
Brown tenía previsto iniciar su gira europea el próximo mes, con presentaciones en Reino Unido, Alemania, Países Bajos y otros países. Tras su arresto, las fechas fueron suspendidas sin anuncio oficial, pero diversas plataformas ya desactivaron la venta de boletos. Ni sus representantes ni el equipo legal han ofrecido declaraciones.
El cantante fue detenido en el hotel The Lowry, en el área céntrica de Manchester. Se encontraba en la ciudad como parte de los preparativos logísticos para su gira. La policía lo arrestó de forma directa, sin incidentes, y fue presentado al día siguiente ante el tribunal.
Viejos antecedentes
Ésta no es la primera vez que Brown enfrenta a la justicia por violencia. En 2009 también fue condenado tras agredir a la cantante Rihanna, con quien mantenía una relación sentimental. Desde entonces ha estado relacionado con múltiples investigaciones por altercados, abusos físicos y conductas agresivas en hoteles, eventos y espacios públicos. Hasta ahora, había logrado evitar mayores consecuencias, sin embargo, hoy frente a un entorno legal diferente, podría enfrentar una sentencia más severa.
El delito por el que se le acusa —lesiones corporales graves con intención— es considerado serio en el Reino Unido. En casos similares, los tribunales han dictado penas de prisión que van de cinco a diez años, dependiendo de la evidencia. Aunque todavía está en fase preliminar, el caso ya se perfila como uno de los más delicados en su carrera.
Silencio total
Ninguno de los involucrados ha ofrecido declaraciones. La parte denunciante tampoco ha hablado con la prensa. Según fuentes judiciales, la fiscalía británica considera este un caso con evidencia sólida, y por eso solicitó directamente la prisión preventiva. La defensa del cantante se reservó el derecho a hablar públicamente.
Chris Brown se mantiene detenido en un centro penitenciario de Manchester. El artista ha guardado silencio desde su arresto. Sus redes sociales no han sido actualizadas. Nadie de su equipo ha negado ni confirmado la acusación.
En este momento, el proceso apenas comienza. La atención pública está puesta no en sus canciones, sino en los tribunales. Esta vez, lejos de los escenarios y sin un micrófono cerca.