Ciudad de México - A casi diez años de la muerte del emblemático Juan Gabriel, su hijo menor, Jean Gabriel Aguilar, se consolida como uno de los principales guardianes de su legado musical. A diferencia de sus hermanos, Jean ha adoptado un perfil público activo, promoviendo homenajes, participando en celebraciones masivas y preparando su propio camino artístico.
Jean ha dejado en claro que su interés va más allá de recordar a su padre: aspira a construir una carrera personal, sin emular directamente el “Divo Juárez”. En 2018 debutó con su primer sencillo, respaldado por el productor cercano al fallecido artista, Gustavo Farías. Consciente del peso simbólico de su apellido, Jean ha afirmado en entrevistas “Yo no quiero ser Juan Gabriel, yo quiero ser yo”.
Recientemente, durante un homenaje multitudinario en la Plaza de la Mexicanidad en Ciudad Juárez, Jean presentó su versión libre del tema “No me vuelvo a enamorar”, clásico de su padre. Acompañado por miles de admiradores que corearon a viva voz, el joven artista expresó su convicción de continuar la herencia musical familiar, sin dejar atrás su propia voz.
No obstante, respaldar un legado tan icónico implica enfrentar desafíos. Jean admite haber sentido la presión de las comparaciones y las expectativas del público, pero asegura que su objetivo no es revivir un pasado, sino construir una identidad propia. A sus ojos, mantener viva la memoria de Juan Gabriel no contradice su deseo de explorar nuevos caminos musicales.
Hoy Jean Gabriel Aguilera representa una figura de transición: une la admiración por una leyenda con el deseo de forjar su propio rumbo. En cada homenaje, cada canción interpretada, y cada paso en su carrera, se confirma que, aunque el “Divo de Juárez” partió, su voz sigue viva, pero también hay una nueva voz que reclama su espacio.