
Una colonoscopía es el procedimiento con el cual un médico observa el interior del colon y del recto con un colonoscopio, el cual está conformado por un tubo flexible del grosor de un dedo y una pequeña cámara de video. Este es introducido por el ano hasta llegar al recto y el colon.
Hay diversos motivos por los cuales una colonoscopía puede ser necesaria, uno de estos es para detectar el cáncer colorrectal, esta es con la finalidad de buscar el cáncer en las personas que no han presentado síntomas por lo que con el colonoscopio se observarán áreas anormales las cuales tendrán que ser extirpadas para hacerles una biopsia y poder determinar si es cáncer o no. De igual manera se puede prevenir el cáncer extirpando masas que en un futuro podrían desarrollar el tumor.
Los problemas en el colon o recto también son un motivo para realizársela, esta podría buscar causas que pudieran indicar el desarrollo del cáncer tales como cambios en movimientos intestinales, sangrado del recto o una pérdida inexplicable de peso.
Antes de que te realicen la colonoscopía es importante tener muy limpio tu colon para que el médico pueda observarlo bien, por lo que deberás de evitar los alimentos sólidos de uno a tres días antes del procedimiento. De acuerdo con American Society of Clinical Oncology, también tendrás que tomar un laxante o aplicarte un enema, sin embargo, será el médico el que te diga cuál usar.
Este lleva entre 30 y 60 minutos, el especialista deberá de otorgar medicamento para el dolor y un sedante mediante un tubo intravenoso, de igual manera señalan que se podrían presentar algunos calambres, es recomendable realizar respiraciones lentas y profundas.
Al finalizar la colonoscopía es importante que no conduzca algún vehículo debido al sedante, sin embargo, al día siguiente podrá retomar sus actividades con normalidad. En caso de presentar dolor abdominal intenso, fiebre, sangrado, mareos o debilidad deberá de comunicarlo a su médico.