
Tomados de la mano en el Salón Azul de la Casa Blanca, Donald Trump y Benjamin Netanyahu sellaron una noche que busca convertirse en un símbolo político: el primer ministro de Israel entregó personalmente al presidente de Estados Unidos una carta en la que lo nomina al Premio Nobel de la Paz. El gesto se produce mientras Gaza arde, Irán se recupera de bombardeos y la región enfrenta un alto al fuego inestable declarado por el propio Trump, en lo que ha denominado la “Guerra de los 12 días”.
Fue la noche del 7 de julio de 2025, durante una cena privada en Washington, cuando Netanyahu alzó la carta y miró a Trump:
“Está forjando la paz mientras hablamos, en un país, en una región tras otra. Es bien merecido y deberías recibirlo”.
Trump, con sonrisa contenida, respondió:
“No lo sabía, de verdad. Muchas gracias. Que venga de usted en particular lo hace muy significativo”.
Los “logros de paz” en un año de fuego
Netanyahu justificó la nominación destacando el papel de Trump en los Acuerdos de Abraham, así como sus recientes bombardeos sobre las instalaciones nucleares de Irán, operación que la Casa Blanca ha presentado como “determinante” para alcanzar el frágil cese de hostilidades entre Teherán y Tel Aviv. Los ataques incluyeron el uso de 14 bombas antibúnker de 13,6 toneladas, las primeras de este tipo empleadas en combate, que destruyeron supuestos depósitos de uranio en Fordow, Natanz e Isfahan.
El alto el fuego entre Irán e Israel, vigente desde el 24 de junio, ha sido promocionado por Trump como una de sus grandes victorias diplomáticas, mientras continúa presionando para lograr un acuerdo de paz entre Tel Aviv y Hamás con una propuesta de cese de hostilidades de 60 días.
Gaza bajo fuego: más de 57 mil muertos
La escena de celebración contrastó con las imágenes que llegan desde Gaza. Los bombardeos israelíes han dejado más de 57,500 muertos, la mayoría mujeres y niños, según reportes de organizaciones internacionales. En Cisjordania, los ataques de colonos con apoyo del ejército israelí se han intensificado, mientras que en Siria y Líbano, Israel mantiene arrestos y bombardeos en su ofensiva contra presuntas redes aliadas de Irán.
Durante la cena, Trump se mostró optimista:
“Quieren reunirse y quieren ese alto el fuego… creo que podría llegar la próxima semana”.
Al ser cuestionado sobre la posibilidad de reconocer el Estado Palestino, Trump desvió la respuesta hacia Netanyahu, quien respondió de manera tajante:
“El poder soberano de seguridad permanecerá siempre en nuestras manos. La gente dirá que eso no es un Estado completo, pero no nos importa”.
Plan para Gaza: expulsión y turismo
La cena también sirvió para confirmar la coordinación entre ambos líderes en torno a un plan que busca el desplazamiento forzado de los palestinos en Gaza hacia países vecinos, a cambio de convertir la franja en una zona de desarrollo turístico. Netanyahu calificó la propuesta como una “visión privilegiada” y justificó el proyecto bajo el argumento de la “libre elección” de los palestinos, en un territorio devastado, con escombros y sin agua ni energía tras los bombardeos.
“Si la gente quiere quedarse, puede quedarse, pero si quiere irse, debería poder hacerlo… estamos trabajando de cerca con Estados Unidos para encontrar países que den un futuro mejor a los palestinos”, afirmó Netanyahu.
El Nobel de Trump y el contexto global
Esta no es la primera vez que Trump es propuesto para el Nobel de la Paz, pero la nominación de Netanyahu eleva su perfil político en un año electoral en Estados Unidos y en medio de conflictos activos en Ucrania, Gaza e Irán. Anteriormente, el Gobierno de Pakistán y el congresista Buddy Carter ya habían presentado propuestas de nominación para Trump, destacando su rol en la reducción de tensiones con India y otros focos de conflicto.
El Comité Noruego del Nobel no comenta ni confirma candidatos, manteniendo la confidencialidad durante 50 años. El plazo de nominaciones para la edición 2025 permanece abierto hasta enero próximo.
Trump, que en campaña prometió terminar con la guerra en Ucrania “en semanas”, anunció durante esta cena que reanudará el envío de armamento a Kyiv tras suspenderlo la semana pasada, justificando que Ucrania está siendo “golpeada muy fuerte”. La reactivación del apoyo militar ocurre tras una llamada telefónica con Vladimir Putin, en la que Trump aseguró estar “nada contento” con el mandatario ruso por la falta de avances hacia la paz.
Un Nobel en medio de la guerra
Trump ha reclamado desde hace años que merece el Premio Nobel, argumentando que ha logrado avances diplomáticos que su antecesor, Barack Obama, no concretó, pese a recibir el galardón en 2009. Sin embargo, la escena del 7 de julio, en la que Netanyahu le entrega la carta de nominación mientras el ruido de la guerra en Gaza y la tragedia humanitaria se intensifican, representa un recordatorio de las tensiones, alianzas y contradicciones que definen la política internacional contemporánea.
Por ahora, el Comité Nobel decidirá si incluye a Trump en su lista de candidatos, mientras Netanyahu ha dejado claro su respaldo absoluto: