
La facción de Los Chapitos continúa debilitándose, ahora con la caída de Luis Ezequiel Rubio Rodríguez, alias “El Morral”, operador directo de dicha estructura criminal en Culiacán, Sinaloa, señalado por su presunta participación en la masacre del centro de rehabilitación Shaddai, el asesinato de la niña Danna Sofía y múltiples ataques contra células rivales de Los Mayos.
Fue abatido la noche del 20 octubre, durante un operativo conjunto del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Policía Estatal Preventiva en el sector Tres Ríos, una de las zonas residenciales más resguardadas de la capital sinaloense.
El despliegue comenzó tras una denuncia anónima sobre hombres armados en un edificio de departamentos sobre el bulevar Alfonso Zaragoza. Las fuerzas federales cercaron el perímetro y fueron recibidas a balazos. El enfrentamiento duró apenas unos minutos. Cuando todo terminó, El Morral yacía sin vida, rodeado de casquillos, con un chaleco táctico y una pistola a su costado.
En el lugar se aseguraron cinco armas largas, una subametralladora, dos pistolas, 12 cargadores y tres vehículos.
Operativo y detenciones
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana confirmó que junto a “El Morral” fueron detenidos seis integrantes de su célula:
José Manuel Álvarez García, alias Mono Canelo; Juan Carlos Dorantes Meza, Chango; Javier Guillermo Riveros Díaz, Javi; Jesús Manuel Luna Rey, Peluchín; Kevin Sarabia Castañeda y Lino Aarón Uriarte Pérez. La mayoría había sido capturada en 2024 y 2025, pero liberada por fallas en el proceso sin importar sus antecedentes de homicidio, secuestro y portación de armas de uso exclusivo del Ejército.
“Entre los detenidos están generadores de violencia que ya habían sido arrestados y liberados por un juez. Hoy fueron capturados nuevamente y se terminaron sus operaciones criminales”, escribió Omar García Harfuch, titular de la SSPC, en su cuenta de X.
Los detenidos y el armamento quedaron a disposición del Ministerio Público Federal, que determinará su situación jurídica en las próximas horas.
Un historial de violencia
Sobre el pasado de Luis Ezequiel Rubio Rodríguez, su nombre ya había aparecido en diversas narcomantas colocadas en abril pasado, donde se le acusaba de ser autor intelectual del ataque armado al centro de rehabilitación Shaddai A.C., registrado el 7 de abril de 2025.
Aquel día, un comando irrumpió en el inmueble, preguntó por supuestos infiltrados de “Los Mayos” y abrió fuego sin distinción, asesinando a nueve personas. Caso que en su momento definieron las autoridades federales como un ataque directo de “Los Chapitos” contra su grupo rival.
Un mes después, el mismo alias volvió a aparecer en mensajes que le atribuían la muerte de Danna Sofía, una niña de 12 años, víctima de un tiroteo ocurrido el 24 de marzo cuando viajaba con su familia por calles de Culiacán y quedó atrapada entre el fuego cruzado de las facciones rivales. Una bala le atravesó la espalda y murió horas después en el hospital.
Captura y liberación previa
“El Morral” no era un desconocido para las autoridades. Había sido detenido el 25 de diciembre de 2024 junto a Gabriel Alberto Ramos Beltrán, Juan Carlos Dorantes Meza y José David Saavedra Beltrán, integrantes de “Los Ninis”, brazo armado responsable de la seguridad de “Los Chapitos”.
En ese operativo, se les aseguró armamento de alto poder, incluidas ametralladoras Minimi y un lanza granadas. Aún así, todos fueron liberados meses después por decisión judicial, lo que les permitió retomar sus operaciones criminales en Culiacán.
Los informes de inteligencia señalan también que “El Morral” mantenía contacto directo con Jorge Humberto Figueroa Benítez, alias “El 27” o “El Perris”, jefe de seguridad de Los Chapitos hasta su muerte. Su célula operaba bajo un patrón de limpieza interna, ejecutando a desertores, informantes y criminales rivales.
La caída de Tres Ríos
El enfrentamiento en el sector Tres Ríos ocurrió pasadas las nueve de la noche.
Vecinos del conjunto residencial reportaron detonaciones y el ingreso de convoyes militares. Algunos grabaron los destellos desde sus ventanas; otros buscaron refugio en estacionamientos subterráneos. A la medianoche, el área fue asegurada. Sobre el pavimento quedaron decenas de casquillos y un vehículo con impactos en el parabrisas.
De acuerdo con el parte oficial, Luis Ezequiel Rubio Rodríguez perdió la vida al atacar a las autoridades federales. Su cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense de Culiacán, donde permanece bajo custodia.
El golpe se produce en medio de una escalada de enfrentamientos internos dentro del Cártel de Sinaloa, donde las pugnas entre Los Chapitos y Los Mayos han dejado decenas de muertos en los últimos meses.
La muerte del operador reabre también el debate sobre la liberación de criminales de alto perfil por decisiones judiciales, como ocurrió con este caso, lo que permitió su regreso al poder criminal hasta su ejecución.
En Culiacán, los vecinos del sector Tres Ríos todavía observan los muros agujereados y los vidrios rotos. El operativo terminó, pero el eco de los disparos sigue suspendido sobre la ciudad.
El cuerpo de Luis Ezequiel Rubio Rodríguez, temido y buscado durante años, marca otro episodio en la larga guerra interna del Cártel de Sinaloa.