Ubicada en un rincón de las Islas Vírgenes, en el extremo suroriental de la gran isla de St. Thomas, ahí es donde se encuentra Little St. James, una formación de tierra de alrededor de 300 hectáreas.
En esta zona se encuentra una de las mansiones con más misterio en la historia, detrás de grandes muros de piedra se llevaron a cabo delitos que marcaron la historia de la justicia y la política estadounidense, que al día de hoy sigue causando repercusiones. Se trata de una de las dos islas que pertenecieron al empresario y delincuente Jeffrey Epstein, quien falleció en su celda en extrañas condiciones en 2019.
Este material habría sido tomado en 2020. Al incio se muestran los jardines con los que cuenta la mansión. Un terreno amplio con secciones de pasto, varias palmeras, típicas de la región, palapas, unas pequeñas villas y al centro una alberca. En una de las cabeceras está una escultura de un arquero inclinado.
Entre escaleras de piedra, vistas panorámicas y senderos estrechos se encuentran pequeños huecos donde habían esculturas de la cultura asiática. También a la intemperie y con vista al mar hay una tina de baño que parecería tener mucha privacidad en medio de un paisaje natural inmenso.
Al interior de la construcción, en una de sus extenciones se encuentra un cuarto, que pareciera una sala de cine, pues en una de las paredes está colgada una pantalla para proyecciones digitales. Sin embargo, hoy día parece bodega, pues hay pinturas, obras de arte, cuadros coloridos y mobiliario de madera.
En un momento del clip se observa una fotografía de Epstein y su esposa en un encuentro con el papa Juan Pablo ll saludando de mano.
En las imágenes se ve el interior de la mansión de Epstein: varias habitaciones con camas y sillas, así como varios cuartos de baño con un diseño inusual. LLama la atención el estilo sobrio de algunos cuartos completamente blancos desde la sabanas, las toallas, hasta los muebles con los que cuentan, lo único que salta a la vista es una alfombra de colores.
También hay varias cocinas, una de ellas bastante completa pero manteniendo la esencia del color blanco.
También hay un despacho que serviría como especie de salón de juntas, pues hay cuatro sillones con decorados en color vino están ubicados uno frente a otro. Esta habitación está rodeada por un mueble de madera con tallados finos que sirve como estantería para libros. Pero llama la atención que al centro hay una pizarra con mensajes posiblemente codificados, algunas frases están tapadas pero se alcanzan a leer las palabras “poder”, “engaño”y “plantas”.
En otra foto se muestra el teléfono de Epstein el cual tenía botones de marcación rápida. Algunos de los contactos no son visibles, pero se pueden ver números para contactos como "NY Office", "Darren Off" y "Darren Cell".
Y pasamos a uno de los cuartos que más ha llamado la atención y que genera hasta incomodidad verlo. En medio del laberinto que es esta mansión, se encuentra lo que bautizaron "la habitación de las máscaras". Justo en el centro hay una silla de dentista, y alrededor al menos 10 máscaras colgadas en la pared, y 2 más sobre un mueble, todas son de rostros masculinos.
Hata ahora no está claro qué propósito tenía la habitación, tampoco se identificó al artista o fabricante de las máscaras, pero una de las especulaciones se basa en que cada uno de esos hombres con los ojos abiertos podría representar figuras históricas que Epstein idolatraba.