El 7 de octubre de 2024, falleció Efigenia Martínez, una de las figuras más destacadas de la política y la academia en México. Con 99 años de edad, Martínez dejó un legado imborrable como economista, senadora y activista por los derechos sociales, siendo una de las primeras mujeres en ocupar roles de liderazgo en la vida pública del país. Su vida estuvo marcada por una inquebrantable dedicación a la justicia social, la defensa de la soberanía nacional y la igualdad de derechos para las mujeres.
Trayectoria académica y profesional
Efigenia Martínez nació el 25 de marzo de 1925 en la Ciudad de México. Se graduó como economista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en una época en la que pocas mujeres accedían a la educación superior. Posteriormente, realizó estudios de posgrado en la Universidad de Harvard, convirtiéndose en una de las primeras economistas mexicanas formadas en el extranjero.
A lo largo de su carrera, Martínez fue reconocida por su aguda crítica a las políticas neoliberales y su firme defensa de un Estado fuerte y regulador. Fue profesora de economía en la UNAM y, como miembro del Colegio Nacional de Economistas, influyó en varias generaciones de economistas mexicanos con su visión de una economía nacionalista enfocada en el bienestar social.
Incursión en la política
Efigenia Martínez no solo destacó en el ámbito académico; su carrera política fue igual de significativa. Fue una de las fundadoras de la corriente democrática dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que, a mediados de los años 80, dio origen al Partido de la Revolución Democrática (PRD). Su lucha por una mayor democracia interna dentro del PRI, así como su desacuerdo con las políticas económicas de corte neoliberal de esa época, la llevaron a separarse del partido oficialista y buscar una opción política más alineada con sus principios.
Durante su carrera como senadora, Martínez impulsó reformas en áreas clave como la política económica y los derechos de las mujeres. Como representante de la izquierda mexicana, fue una voz influyente en los debates sobre la soberanía energética, los derechos laborales y la equidad de género. Su contribución fue vital en la consolidación de las políticas progresistas en México durante las últimas décadas.
Luchadora incansable por los derechos de las mujeres
Uno de los aspectos más importantes del legado de Efigenia Martínez fue su lucha por los derechos de las mujeres. Desde sus primeros años como académica y política, fue una férrea defensora de la igualdad de género. Trabajó para abrir espacios de participación política para las mujeres y fue una firme promotora de políticas públicas que garantizaran su bienestar y empoderamiento.
Gracias a su labor, se lograron avances significativos en el reconocimiento de los derechos políticos y sociales de las mujeres en México. Su legado en esta área se mantiene vigente, ya que muchas de las leyes e iniciativas que promovió se convirtieron en parte fundamental del marco legal de protección de los derechos de las mujeres.
Legado y reconocimiento
La partida de Efigenia Martínez deja un gran vacío en la política y en la academia mexicana. Su legado no solo está presente en las leyes que ayudó a crear y las generaciones de economistas y políticos que formó, sino también en su visión de un México más justo e igualitario. Fue un referente innegable de la izquierda mexicana y un símbolo de lucha y perseverancia.
A lo largo de su vida, Martínez recibió múltiples reconocimientos por su trabajo y compromiso social. Fue galardonada con la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República, uno de los más altos honores otorgados a ciudadanos distinguidos en México, en reconocimiento a su contribución al país. Además, en 2020 fue reconocida por la UNAM con el Doctorado Honoris Causa, destacando su carrera ejemplar y su incansable labor en pro de la justicia social y la democracia.
Despedida y legado futuro
Efigenia Martínez será recordada no solo como una pionera, sino como una figura que transformó la política y la economía en México. Su vida y obra inspiran a nuevas generaciones a seguir luchando por un país más equitativo y soberano. Su visión de un Estado fuerte, comprometido con el bienestar social y la protección de los recursos nacionales, sigue siendo un ideal para muchos sectores de la política mexicana.
Su legado, tanto en el ámbito académico como político, perdurará en la historia de México como un ejemplo de integridad, valentía y compromiso con el bien común.