Conforme avanza la discusión, se hace más claro que la autonomía de poderes y los contrapesos políticos, esos que, según casi todos los expertos, la Reforma Judicial amenaza con destruir, son más importantes que nunca… Porque un solo voto en el Poder Legislativo es capaz de frenar la aplanadora de la Cuarta Transformación y la voluntad del presidente López Obrador, que no parece dispuesto a escuchar a nadie… Porque, cuando menos por esta semana, México no es todavía el país de un solo hombre y un solo partido, sino el de dos fuerzas políticas opuestas… Pero basta que una sola persona, uno de los 43 opositores decida lo contrario, para que, entonces sí, se esfumen todos los contrapesos y desaparezca el Poder Judicial como lo conocemos…