El teniente general Igor Kirillov, jefe de las Fuerzas de Defensa Nuclear, Biológica y Química (NBQ) de Rusia, murió el martes debido a una fuerte explosión en Moscú, un hecho que Ucrania se atribuyó como un “objetivo legítimo” en respuesta al uso de armas químicas en el conflicto.
La detonación ocurrió cerca de la entrada de un edificio de apartamentos en la avenida Ryazansky, en el sureste de Moscú. Un artefacto explosivo oculto en un patinete eléctrico fue activado de manera remota justo en el momento en que Kirillov salía del edificio, según informó la agencia de noticias estatal rusa Tass y el Comité de Investigación de Rusia, que calificó el suceso como un “acto terrorista”.
La explosión causó graves daños en la zona: la entrada del edificio quedó destruida, las ventanas estallaron y se observaron evidencias de incendios. Además, el estallido dejó el cuerpo de Kirillov y el de un asistente esparcidos a varios metros del epicentro. Medios locales informaron que la bomba contenía aproximadamente 300 gramos de material explosivo equivalente a TNT, suficiente para causar la muerte en un radio cercano de 1.5 metros.
Reacciones tras el atentado
Poco después del ataque, Ucrania confirmó su participación mediante una fuente de seguridad consultada por agencias como Reuters y AFP. “Kirillov era un objetivo legítimo”, aseguró la fuente, argumentando que era responsable del “usos masivo de armas químicas prohibidas” en el conflicto contra el ejército ucraniano.
Estas declaraciones surgieron un día después de que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) acusara formalmente a Kirillov de encabezar los ataques químicos con agentes tóxicos desplegados por Rusia en múltiples frentes. El organismo afirmó que, bajo la dirección del general ruso, el ejército de Vladimir Putin había lanzado más de 4,800 ataques con armas químicas contra posiciones ucranianas desde el inicio de la invasión.
A pesar de las contundentes acusaciones, el Kremlin ha negado reiteradamente el uso de armas prohibidas en el conflicto, calificando las declaraciones ucranianas y occidentales como “infundadas y propagandísticas”.
Sanción internacional y pasado militar de Kirillov
Antes de su muerte, Igor Kirillov era una figura relevante dentro del ejército ruso. Líder del cuerpo especializado en defensa contra amenazas nucleares, biológicas y químicas, era también uno de los principales voceros del Kremlin en temas relacionados con armas de destrucción masiva. Reino Unido había impuesto sanciones contra él en octubre, congelando sus bienes y prohibiendo sus viajes, tras acusarlo de supervisar el despliegue de armas químicas en Ucrania.
Por su parte, Estados Unidos acusó en mayo al gobierno ruso de utilizar armas químicas como método de combate, en una violación directa de las normas internacionales. Según funcionarios del Departamento de Estado, Rusia habría utilizado cloropicrina —un agente químico asfixiante— en campos de batalla para intentar quebrar la defensa ucraniana.
Ucrania también sostuvo que este tipo de ataques ha causado la hospitalización de más de 2,000 soldados y la muerte de al menos tres combatientes. De acuerdo con declaraciones previas del coronel Artem Vlasiuk, las fuerzas rusas habían desplegado armas químicas utilizando drones para alcanzar las trincheras ucranianas.
La explosión sacude Moscú
En Moscú, la situación ha generado conmoción. Steve Rosenberg, corresponsal de la BBC en Rusia, describió la zona afectada como “un típico vecindario residencial” donde nadie esperaba un ataque de tal magnitud. Vecinos entrevistados por Reuters narraron que la explosión fue tan fuerte que inicialmente la confundieron con el ruido de obras de construcción cercanas, pero pronto comprendieron la gravedad de lo ocurrido.
Las autoridades rusas han abierto una investigación formal por “asesinato de dos militares” y por actos de terrorismo. El Comité de Investigación ha desplegado expertos forenses y perros rastreadores en busca de posibles cómplices o más artefactos explosivos en la zona.
Una guerra con nuevos frentes
La muerte de Kirillov no solo representa un duro golpe para las estructuras de mando rusas, sino también un nuevo nivel de la escalada entre Ucrania y Rusia, que ya se ha trasladado al corazón de Moscú. El atentado podría provocar represalias, exacerbando las tensiones y prolongando un conflicto que sigue costando vidas en ambos bandos.
🇺🇦🇷🇺El GUR ucraniano mata con un patinete bomba en Moscú al jefe de la defensa nuclear de Rusia, Igor Kirílov.
— El Periódico de la Geopolítica (@delageopolitica) December 17, 2024
◾️El ataque ha sido posteriormente reivindicado por Kiev, cuyos servicios de seguridad declararon este lunes a Kirílov sospechoso de crímenes de guerra por haber… pic.twitter.com/RQTDrQOb8n