
Una trágica caída de helicóptero sacudió a Nueva York la tarde del jueves 10 de abril de 2025, dejando un saldo fatal de seis personas muertas. La aeronave, un modelo Bell 206L-4 LongRanger IV operado por la compañía New York Helicopter Charter, se estrelló en el río Hudson, cerca de Newport, en Jersey City, poco después de las 15:17 horas locales. A bordo viajaba una familia española de cinco miembros (padre, madre y tres hijos menores) junto con el piloto. Ninguno sobrevivió.
Las víctimas fueron identificadas como Agustín Escobar, director ejecutivo de Siemens España; su esposa, Mercè Camprubí Montal, directiva de Siemens Energy y bisnieta del expresidente del FC Barcelona, Agustí Montal Costa; y sus tres hijos, de 4, 5 y 11 años de edad. El piloto, un hombre de 36 años, cuya identidad aún no ha sido revelada públicamente, también perdió la vida. La familia se encontraba realizando un vuelo turístico para contemplar la ciudad desde el aire.
De acuerdo con reportes preliminares y testimonios de testigos presenciales, el helicóptero comenzó a presentar fallos en pleno vuelo. Se reportó que partes como el rotor de cola se desprendieron antes de que la aeronave descendiera a gran velocidad y se impactara de forma invertida contra el agua. Minutos antes del desplome, el piloto había notificado por radio su intención de regresar al helipuerto para reabastecer combustible.
Las autoridades estadounidenses han iniciado una investigación formal para esclarecer las causas del siniestro. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y la Administración Federal de Aviación (FAA) ya se encuentran analizando los restos de la aeronave y los registros de comunicación del piloto. Mientras tanto, se ha impuesto una restricción temporal al uso de drones en la zona del accidente para facilitar las labores de rescate y peritaje.
La tragedia ha generado una ola de reacciones tanto en Estados Unidos como en España. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el alcalde de Nueva York, Eric Adams, expresaron sus condolencias públicas a los familiares. El accidente ha sido calificado como uno de los más graves en la historia reciente de los vuelos turísticos sobre Manhattan, una actividad que en los últimos años ha sido objeto de debate por cuestiones de seguridad y regulación.