Él es Rafael León Segovia, reportero y periodista de nota roja, hace poco justo el 24 de diciembre en día navideño, fue detenido por la policía de Veracruz.
Le imputaron el concepto de “Terrorismo” en un primer nivel de la detención a pesar de que es una figura ilícita que no se judicializa en el país lo señalaron de infringir terror en Veracruz por exponer la violencia que se vive en esa entidad.
Este tema llegó a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, hasta Palacio Nacional, la misma titular del Ejecutivo federal, cuestionó el trabajo de la Fiscalía General del estado de Veracruz.
Este caso acaparó los medios de comunicación nacionales, luego de que se diera a conocer la detención del periodista de nota roja la acusación de terrorismo habría llevado al comunicador a 30 años de cárcel aproximadamente.
El gobierno de Rocío Nahle, que llegó a la gubernatura del estado en 2024, ha sido señalado en diversas ocasiones de acoso y persecución a los periodistas se le cuestionó a la titular del gobierno del estado, Nahle sobre este caso.
La detención del reportero, también conocido como Rafita León, ha generado condenas de distintas asociaciones de derechos humanos y del gremio periodístico, quienes han resaltado la gravedad de la acusación de terrorismo y han mostrado su preocupación por el estado de la libertad de expresión en el país.
Luego del escándalo, la Fiscalía desestimó la acusación de terrorismo en contra del comunicador veracruzano pero aun así fue vinculado a proceso por el delito de encubrimiento y vulneración a instituciones públicas.
Este es de los casos que más ha sonado y que representa un ataque directo a la libertad de expresión y un intento más de intentar intimidar a la prensa mexicana que expone la corrupción del poder y como el crimen organizado se apodera del rincón más noble del país.