
Una serie de atentados con explosivos sacudió a Colombia en las últimas horas, dejando al menos 18 personas muertas y más de 70 heridas, según reportes oficiales.
El primer ataque ocurrió la mañana del jueves 21 de agosto en las inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, en Cali, cuando un camión bomba explotó en plena vía pública. Las autoridades informaron que entre los fallecidos hay tanto personal militar como civiles.
El presidente Gustavo Petro atribuyó el atentado al Estado Mayor Central, la mayor disidencia de las extintas FARC, y lo relacionó con la ofensiva militar que el Gobierno lleva a cabo en el departamento del Cauca. En respuesta, la alcaldía de Cali anunció una recompensa de 100 mil dólares por información que permita dar con los responsables.
Sin embargo, la violencia no se detuvo. En las primeras horas del viernes 22 de agosto, un nuevo artefacto explosivo detonó en el centro de la ciudad de Florencia, capital del departamento de Caquetá, a tan solo una cuadra del edificio de la alcaldía. El estallido causó pánico entre comerciantes y transeúntes que iniciaban sus actividades diarias. Hasta el momento no se han reportado víctimas fatales en este segundo incidente.
En medio de esta escalada de violencia, la presencia del presidente Petro en la región ha generado atención. En redes sociales circulan imágenes del mandatario descendiendo de su avión, acompañado por un fuerte dispositivo de seguridad. Las autoridades han reforzado las medidas de protección en todo el suroccidente del país.
El Gobierno nacional no ha descartado nuevos operativos militares en respuesta a estos hechos, mientras continúa la investigación para dar con los autores materiales e intelectuales de los atentados.