Estados Unidos intensificó su ofensiva militar contra el narcotráfico en el Caribe. Durante la noche del jueves, fuerzas estadounidenses destruyeron una embarcación que, según sus servicios de inteligencia, pertenecía al Tren de Aragua, con un saldo de seis personas muertas, informó el secretario de Guerra, Pete Hegseth.
“Sabíamos que la embarcación estaba involucrada en el contrabando de narcóticos”, aseguró Hegseth en un mensaje en la red X, en el que precisó que el ataque ocurrió en aguas internacionales. El funcionario añadió que Washington mantendrá una política de tolerancia cero:
Overnight, at the direction of President Trump, the Department of War carried out a lethal kinetic strike on a vessel operated by Tren de Aragua (TdA), a Designated Terrorist Organization (DTO), trafficking narcotics in the Caribbean Sea.
— Secretary of War Pete Hegseth (@SecWar) October 24, 2025
The vessel was known by our… pic.twitter.com/lVlw0FLBv4
“Si eres un narcoterrorista que contrabandea narcóticos en nuestro hemisferio, te trataremos como tratamos a Al Qaeda”.
Pete Hegseth
Con este operativo, el Ejército de Estados Unidos suma nueve embarcaciones destruidas y al menos 37 muertes en lo que la administración de Donald Trump ha calificado como una nueva fase de su “guerra contra las drogas”, dirigida a los cárteles latinoamericanos que considera organizaciones terroristas.
El primer ataque de esta campaña fue registrado el 2 de septiembre, cuando Trump anunció la destrucción de una lancha que supuestamente transportaba droga desde Venezuela hacia Estados Unidos. Desde entonces, se han reportado nueve operaciones —la mayoría con víctimas mortales— tanto en el Caribe como en el Pacífico colombiano.
El episodio más reciente se suma a una lista de acciones que incluyen ataques a lanchas y hasta a un submarino, todos presuntamente vinculados a redes de narcotráfico o a grupos armados como el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Los gobiernos de Venezuela y Colombia, encabezados por Nicolás Maduro y Gustavo Petro, respectivamente, han condenado los ataques, calificándolos de “asesinatos y ejecuciones extrajudiciales”. Ambos mandatarios han denunciado que Estados Unidos está violando el derecho internacional al ejecutar operaciones militares en aguas internacionales sin autorización.
Organizaciones como Amnistía Internacional también han expresado su preocupación por la falta de transparencia y la posible vulneración de los derechos humanos de las víctimas, mientras la administración Trump sostiene que estos ataques son parte de un “conflicto armado directo” contra el narcotráfico en el hemisferio.
Hasta el momento, Washington no ha presentado pruebas verificables que vinculen a las embarcaciones destruidas con el Tren de Aragua o con redes de narcotráfico, más allá de los comunicados difundidos en redes sociales y los videos de los bombardeos compartidos por el propio Pentágono.