
Su madre les dijo que corrieran por su vida y aunque lo intentaron, Meredith, Medelin y Karla, dos gemelas de 11 años y una pequeña de 9, fueron alcanzadas por la violencia y las balas de la delincuencia que opera en Sonora.
Las asesinaron casi después que a su madre, cerca de un mezquite, bajo el sol implacable que azota el desierto y los campos de terracería en Hermosillo y sus alrededores.
Fue el 4 de julio cuando primero, el cuerpo de la madre, con huellas de violencia y heridas de bala, apareció sobre la carretera Hermosillo-Bahía de Kino, a la altura de la Comisaría Miguel Alemán. Un tramo de terracería regularmente transitado por jornaleros y transportistas. Según testigos, presentaba golpes en el rostro y visibles heridas por arma blanca, y aunque el terrible hallazgo alertó a ciudadanos y autoridades, nadie imaginó que muy cerca habrían de encontrar a sus tres pequeñas hijas también sin vida.
El hallazgo de las niñas en la carretera 36 Norte
Casi 24 horas después, una llamada anónima llegó a los teléfonos del colectivo Buscadoras por la Paz Sonora, que desde hace años rastrea con picos y palas las huellas de la violencia dejadas por criminales en caminos polvosos, montañas y desiertos de todo el estado. Les pedían que se movilizaran hacia el kilómetro 7 de la carretera 36 Norte. Pronto, una segunda comunicación les insistía en acudir de manera inmediata.
Al llegar, las integrantes del colectivo caminaron entre surcos secos y piedras calientes hasta un tramo prácticamente intransitable, para encontrar los cuerpos en avanzado estado de descomposición de las hermanas gemelas, Meredith y Medelin, de tan solo 11 años de edad, abrazando a su pequeña hermana de 9, Karla, en un intento final de protección.
Identificación de las víctimas y avance de la investigación
Fue hasta el 6 de julio cuando la Fiscalía de Sonora confirmó la identidad de los cuerpos en pijama, plenamente identificadas por familiares ante el Ministerio Público. Se dejó en claro que el hecho estaba vinculado a un hallazgo previo, ocurrido en el mismo camino, donde el 4 de julio se localizó a una mujer de 28 años sin vida, quien más tarde se corroboró que era la madre de las tres menores.
Tras diligencias de gabinete, peritajes y declaraciones, la policía de investigación se movilizó para detener a la pareja sentimental de la madre, un hombre que extraoficialmente ha sido identificado como un presunto narcomenudista vinculado a una célula criminal que opera en Hermosillo, la cual se disputa la zona con grupos delictivos ligados a Los Chapitos y Los Salazar.
El detenido podría recibir pena máxima
El fiscal de Sonora, Rafael Acuña, confirmó que este sujeto está “plenamente relacionado con los hechos” y señaló que, dada la gravedad del caso, podría enfrentar la pena máxima de 80 años de cárcel, pues se le investiga por feminicidio y triple homicidio agravado, además de posibles vínculos con desaparición forzada, dado que las víctimas habrían sido privadas de la libertad antes de ser asesinadas.
Velorio y exigencia de justicia
Mientras avanzan las investigaciones, este 7 de julio las tres menores fueron veladas por amigos y familiares en la comunidad del poblado Miguel Alemán. Entre dos ataúdes rosas y uno blanco, rodeados de flores y globos, su padre explicó que desde hace cuatro años se había separado de la madre de sus hijas, pero que siempre mantuvo contacto con ellas, pues se veían con regularidad cada fin de semana, por lo que exigió justicia por este artero crimen.
Condena de autoridades y exigencia de justicia
La presidenta Claudia Sheinbaum condenó el triple infanticidio y el feminicidio en su conferencia mañanera del 7 de julio, prometiendo que no habrá carpetazo.
Por su parte, el gobernador Alfonso Durazo lamentó el crimen y señaló en redes que “como padre y abuelo, el caso le llenaba de pesar y obliga a la sociedad a reforzar la prevención y la reconstrucción del tejido social”.
El Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, SIPINNA, emitió un comunicado expresando su repudio absoluto y pidiendo que el caso no quede impune. “Ni una muerte más. Exigimos justicia para estas tres pequeñas y para todas las niñas, niños y adolescentes en riesgo”, señaló en el escrito.