
Rafael Caro Quintero, “El Narco de Narcos”, líder fundador del Cártel de Guadalajara y Vicente Carrillo Fuentes, “El Viceroy”, hermano del “Señor de los cielos”, hoy comparten techo con el legendario narcotraficante Ismael Zambada García, “El Mayo” en la Cárcel Metropolitana de Brooklyn, Nueva York; el más importante centro de detención en la zona, famoso por albergar desde expresidentes y líderes de sectas hasta algunos de los criminales más temidos.
Quienes han pisado el llamado “MCD Brooklyn”, lo describen como un “auténtico infierno en la tierra” pues es ahí donde cientos de presuntos delincuentes se encuentran a la espera del juicio que definirá el rumbo de sus vidas, por el contrario, quienes ya han sido sentenciados, ahí mismo cuentan las horas para ser trasladados. Aunque otros más, encuentran en la Cárcel Metropolitana de Brooklyn el sitio donde purgarán sus condenas.
Construido en la década los años 90 como una necesidad ante el hacinamiento de las prisiones de Nueva York. Hoy, además de albergar a Ismael “El Mayo” Zambada, a Caro Quintero; y al “Viceroy”, también es casa del rapero Sean Diddy Combs, del estafador de criptomonedas Sam Bankman-Fried y del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández Alvarado, entre otros.
Sus paredes, ubicadas en una zona industrial junto al paseo marítimo de Brooklyn, también alguna vez fue el lugar de estancia del exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, sentenciado a 38 años de cárcel por vínculos con el narcotráfico; de Joaquín “El Chapo” Guzmán, condenado a cadena perpetua también por delitos relacionados con el narco; además de Keith Raniere, líder de la secta NXIVM y de Ghislaine Maxwell, mano derecha del depredador sexual Jeffrey Epstein.
El medio “El País”, que pudo entrevistar a un exrecluso del lugar, refiere que el edificio principal del centro de detención, está dividido en nueve plantas. La más alta, tiene capacidad para 15 personas.
A esa zona se le conoce también como “el hoyo” o SHU, por sus iniciales en inglés: Special Housing Unit. Ahí, son encerrados los presos considerados de mayor peligrosidad, indisciplinados o los que corren el riesgo de ser agredidos por otros reclusos.
Se trata de celdas de aproximadamente cinco metros cuadrados, donde se cuenta, las luces permanecen encendidas 23 horas al día y la vigilancia es permanente gracias sus cámaras de seguridad. Cada una tiene, por lo general, una pequeña ventana, un escritorio, una consigna de metal, un inodoro y un lavabo. Ahí los presos sólo pueden salir tres horas a la semana, no pueden descargar por sí mismos los inodoros y deben portar esposas prácticamente en todo momento, excepto cuando utilizan el área de regaderas.
Se estima que la Cárcel Metropolitana de Brooklyn, puede llegar a albergar a mil 300 reos y desde hace varios años, los detenidos se han quejado de las pésimas condiciones de vida al interior del penal. Además denuncian actos de violencia sin control y la grave escasez de personal, pues el número de agentes resulta insuficiente para atender los delitos que se cometen dentro del MCD. Entre ellos el tráfico de drogas, contrabando y homicidio. Además, es bien sabido que la prisión enfrenta cortes de energía prolongados, como el reportado en enero de 2019 por el medio de noticias estadounidense “CNN”, cuando un ‘apagón’ en todas las instalaciones dejó a los prisioneros en total oscuridad durante una semana, dejándolos expuestos a bajas temperaturas.
El mismo medio de comunicación reportó que en este mismo lugar, el año pasado fueron apuñalados dos presos, situación que de hecho fue narrada por Genaro García Luna en una carta enviada a medios previo a ser sentenciado.
“He presenciado homicidios, apuñalamientos y amenazas sistemáticas a mi integridad. Fui segregado casi un año a las celdas de castigo sin haber violado alguna norma o falta al reglamento y sin tener un registro de mal comportamiento”. Describió en aquella misiva fechada el 13 de septiembre de 2024.