La violencia sacudió la capital de Tabasco la noche del sábado, cuando un ataque armado en el bar "La Casita Azul", ubicado en una zona popular de Villahermosa, dejó un saldo de siete personas muertas y al menos cuatro heridos.
Según reportes oficiales, un grupo de hombres armados ingresó al establecimiento cerca de la medianoche y disparó indiscriminadamente contra los clientes y empleados. El ataque generó caos entre los presentes, quienes buscaron refugiarse para evitar ser alcanzados por las balas.
Las autoridades locales informaron que se investiga si el ataque tiene relación con disputas entre grupos delictivos que operan en la región. El fiscal general del estado, Nicolás Bautista, señaló que ya se revisan las cámaras de seguridad del bar y de los alrededores para identificar a los responsables del ataque. Asimismo, se recaban testimonios de los sobrevivientes.
En el lugar de los hechos se encontraron más de 50 casquillos percutidos, lo que demuestra la brutalidad del ataque. Personal forense realiza peritajes para esclarecer los hechos y dar con los culpables.
Juan Pérez, uno de los sobrevivientes que resultó herido, declaró que los atacantes actuaron de forma rápida y organizada: "No dijeron nada, solo entraron disparando. Fue un momento de mucho terror, solo traté de esconderme detrás de una mesa".
Por su parte, familiares de las víctimas han pedido justicia y un alto a la creciente inseguridad en la ciudad. "Esto no debería estar pasando, no se puede salir ni a divertirse sin miedo a no volver a casa", comentó una mujer en el lugar donde fueron colocadas veladoras en memoria de los fallecidos.
El gobernador de Tabasco, Octavio Paz González, condenó los hechos y aseguró que no habrá impunidad: "Este ataque es una tragedia que nos afecta a todos. Nos solidarizamos con las familias de las víctimas y trabajaremos con las fuerzas del orden para encontrar a los responsables".
Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública del estado desplegó operativos en distintos puntos de Villahermosa para buscar a los sospechosos e incrementar la vigilancia en zonas conflictivas. Sin embargo, la percepción de inseguridad ha provocado temor y desconfianza en la ciudadanía.
El ataque al bar "La Casita Azul" se suma a una lista creciente de actos de violencia en Villahermosa y sus alrededores. En los últimos meses, la capital tabasqueña ha registrado un aumento en homicidios y enfrentamientos, atribuibles a disputas entre grupos del crimen organizado que buscan controlar el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas.
Organizaciones civiles han exigido una estrategia más eficaz de seguridad que contemple tanto acciones preventivas como el fortalecimiento de las instituciones encargadas de combatir el crimen.
"La Casita Azul", conocido por ser un lugar de encuentro para jóvenes y familias de la zona, había operado sin incidentes relevantes hasta ahora. Tras el ataque, vecinos han manifestado su consternación y el temor de que actos similares ocurran en otros espacios de recreación.
Muchos residentes consideran que los esfuerzos del gobierno para garantizar la seguridad no han sido suficientes y han optado por evitar salir por la noche. "Nos están arrebatando nuestra tranquilidad. Antes esto no se veía en Villahermosa", expresó una vecina.
El ataque en el bar "La Casita Azul" representa un duro golpe para Villahermosa, que enfrenta un panorama de inseguridad preocupante. Mientras las autoridades prometen resultados rápidos, las familias de las víctimas piden que este caso no quede impune, como tantos otros en el país.
El próximo domingo, la comunidad local ha organizado una marcha pacífica en honor a las víctimas y para exigir acciones contundentes por parte del gobierno estatal y federal. El mensaje es claro: Villahermosa quiere recuperar la paz que le ha sido arrebatada.
El día de ayer se reportaron cinco muertos y siete lesionados en un ataque armado registrado en el bar "La Casita Azul", en #Villahermosa, #Tabasco. pic.twitter.com/Pqp0TI7ryE
— La Crónica de Hoy (@LaCronicaDeHoy) January 6, 2025