
La fase preclínica está compuesta por cuatro fases, donde se usan cultivos de tejidos o de células y pruebas en animales como ratones o monos.
Se evalúa que sea segura, además, debe desarrollar una respuesta inmune a la enfermedad, los resultados de estas pruebas apoyan la investigación en humanos.
Fase 1: La vacuna es probada en un pequeño grupo de humanos, son menos de 100, con esto se estudia la seguridad y los efectos que produce, además ayuda a determinar la dosis y la vía de administración.
Fase 2: Al comprobar la eficacia en el pequeño grupo, se comienzan a suministrar dosis a más personas, entre 200 y 500.
Fase 3: Se prueba en miles de personas. Generalmente en este paso se aprueba la vacuna.
Fase 4: Una vez aprobada se realizan estudios clínicos para evaluar su funcionamiento.
Hasta el se estima que hay al menos 25 vacunas contra el coronavirus que se encuentran en ensayos clínicos.