
Tras la autorización por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) para la producción de los ventiladores ‘Ehecátl 4T’, fabricados por el gobierno federal, los cuales tendrían la finalidad de atender a los enfermos graves de Covid-19; personal médico afirmó no confiar en su efectividad y calidad.
De acuerdo con documentos oficiales de las autoridades de Salud, algunos de estos aparatos presentan fallas técnicas; asimismo, se sabe que aún no se ha concluido con la fabricación de dichos artefactos, ya que no se cuenta con evidencia sustancial que asegure que estos hayan sido entregados formalmente.
Por lo anterior, se vigilará la calidad de los ventiladores con el propósito de garantizar el cuidado de la salud en los pacientes, ya que no cuenta con un registro sanitario.
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó sobre la creación de un ventilador con tecnología innovadora 100% mexicana, la cual, estaría destinada para la atención de pacientes graves por Covid-19.
Ya se logró producir un ventilador con tecnología mexicana, un ventilador hecho en México, lo cual va a significar ser autosuficientes en este equipo que es básico, fundamental; no teníamos estos equipos”, anunció el mandatario.
Durante la conferencia de prensa emitida el pasado 14 de julio de 2020, se hicieron presentes el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y la directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Buylla, quienes se dieron a la tarea de exponer los beneficios de dicho dispositivo.
Gracias al esfuerzo de coordinación, de consenso y de un intenso trabajo entre el Conacyt y sus centros públicos de investigación, junto con instancias del gobierno federal, el sector universitario y el empresarial, se ha logrado construir dos tipos de ventiladores de alta especialidad, accesibles a todas y todos; todo ello, reduciendo gastos y aumentando eficiencia, de este modo fortalecemos nuestra independencia tecnológica y ganamos en soberanía nacional”, expresó Jorge Alcocer.
En aquella ocasión se acordó la fabricación de 500 aparatos de cada modelo expuesto; posteriormente, se informó que dicha inversión ascendería a los 259 millones 891 mil 592 pesos y estaría a cargo del el Conacyt, la Secretaría de Salud y el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI).