
El pasado mes de abril se instaló una morgue de emergencia en el paseo marítimo del condado de Brooklyn, donde siguen aproximadamente 650 cuerpos de víctimas de la pandemia, debido a que las familias no pueden ser ubicadas o no pueden pagar un entierro, indicó la Oficina del Médico Forense de la ciudad al diario The Wall Street Journal.
Mientras el destino de esos cuerpos se desconoce, Nueva York presenta un considerable aumento en el número diario de contagios, por lo que podría afrontar una segunda ola de la pandemia, y más por las reuniones del Día de Acción de Gracias, y las fiestas de fin de año.
De acuerdo con los datos provistos por la oficina forense, han tenido problemas para localizar a los familiares de unos 230 fallecidos, en esos casos, no es raro que los muertos se hayan separado de sus familias y que los datos de los familiares más cercanos puedan estar incorrectos.
La subdirectora ejecutiva de la oficina forense, Dina Maniotis, señaló que todas las familias tienen derecho a solicitar un entierro gratuito en Hart Island y que algunas familias están confundidas sobre qué hacer.
Además, el rotativo señala que antes de la pandemia, la mayoría, si no todos de los fallecidos, habrían sido enterrados en unas pocas semanas en una tumba para indigentes en Hart Island, que se encuentra en Long Island Sound, muy cerca de El Bronx.
“Esto ha sido traumático. Estamos trabajando con ellos tan amablemente como podemos y persuadiéndoles para que hagan sus planes. Muchos de ellos decidirán que quieren ir a Hart Island, lo cual está bien”, mencionó Maniotis.
Por su parte el alcalde, Bill de Blasio, prometió en abril que no se realizarán entierros masivos, luego de los informes de que la ciudad estaba considerando el uso de tumbas temporales en Hart Island.
El número de muertos almacenados se redujo de 698 a 650, entre mediados de septiembre y de noviembre. El rotativo destaca que la oficina forense no fue creada para hacer frente a una pandemia global que ha matado miles de neoyorquinos desde que se decretó la emergencia el pasado febrero.
Esta agencia cuenta con 15 empleados encargados de identificar los cuerpos y otras siete personas son responsables de contactar a los familiares, que durante la crisis recibieron muchas llamadas en busca de información sobre parientes que podrían haber muerto, y consejos de cómo solicitar un certificado de defunción, ver el cuerpo y hacer arreglos para el funeral.
El Departamento de Salud acudió en su ayuda enviando a más de 100 empleados para administrar el volumen de llamadas, que aumentaron de las usuales 30 a 40 diarias a 1.000 por día.Estados Unidos ha sido uno de los países más afectados por la pandemia de Covid-19, registrando cifras altas en casos positivos así como de muertes. El estado de Nueva York ha informado de al menos 34.187 muertes de personas debido al Covid-19, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Con información de: EFE.