
Por haber desarrollado laque de construcción molecular que cuentan con espacios lo suficientemente grandes como para que games y otras sustancias químicas puedan fluir a través de ellos, por este avance científico fue que los expertos Susumu Kitagawa, Richard Robson y Omar Yaghi recibieron el Premio Nobel de Química 2025.
En este evento, se expuso el avance arquitectónico molecular en donde se detalló en que consisten estos bloques moleculares que cuentan con cavidades interiores.
“Casi como las habitaciones de un hotel, de modo que las moléculas huéspedes pueden entrar y también volver a salir del mismo material”, dijo Heiner Linke, presidente del Comité del Nobel de Química.
Durante la entrega del premio, el presidente del Comité de Química que entrega este galardón añadió que allanan el camino para la creación de materiales que puedan separar las sustancias químicas tóxicas de las aguas residuales o recoger moléculas de agua en un desierto.
El trabajo de los galardonados comenzó con los experimentos de Robson en la década de 1980 y se desarrolló gradualmente a lo largo de unos 15 años.
“Se necesita tiempo para que la ciencia sea reconocida, y se necesitan múltiples trabajadores en el campo con diferentes enfoques”, dijo Dorothy Phillips, presidenta de la Sociedad Estadounidense de Química.
¿Por qué dijo el Comité del Nobel que se les otorgó el premio?
Los científicos son responsables de desarrollar un nuevo tipo de estructura molecular que combina metales y moléculas orgánicas estos actúan como nodos y están unidos por moléculas orgánicas que contienen carbono.
En el interior de estas estructuras se forman grandes espacios vacíos por los que pueden fluir gases y otros materiales. Esto se comparó con la estructura del bolso que utiliza el personaje Hermione Granger en Harry Potter. El bolso parece pequeño por fuera, pero tiene espacio en el interior para meter cosas más grandes.
Los experimentos del científico sentaron las bases para el desarrollo de miles de estructuras metalorgánicas con muchas aplicaciones en el mundo real, como atrapar el gas emitido por la fruta para que madure más lentamente.