
La sala del Auditorio Estatal Sentimientos de la Nación estaba llena. Más de mil personas ocuparon sus asientos, en silencio expectante. No era una noche cualquiera. La Orquesta Filarmónica de Acapulco (OFA) celebraba 27 años de vida con un concierto especial que combinó talento local, historia internacional y emoción compartida.
A lo largo de casi tres décadas, esta orquesta ha recorrido cada rincón de Guerrero llevando música clásica a pueblos, comunidades y ciudades. Pero este miércoles por la noche, el viaje fue distinto. El escenario estaba reservado para una celebración que comenzó con el estreno mundial de una pieza escrita especialmente para la ocasión: “Sol Roto”, obra del joven compositor guerrerense Arturo Ángeles Lerma, originario de Chilpancingo.
La pieza, que retrata en sonidos la intensidad de un eclipse total de sol, fue recibida con atención y asombro. Su autor, quien estudió música en el Conservatorio de las Rosas, subió al escenario entre aplausos, visiblemente emocionado.
Luego llegó el turno de rendir homenaje al maestro francés Maurice Ravel, en el 150 aniversario de su nacimiento. Bajo la dirección del maestro Bartholomeus Henri Van de Velde, la orquesta interpretó extractos del ballet Dafnis y Chloé, una de las composiciones más desafiantes y bellas del repertorio impresionista.
El cierre, sin embargo, fue apoteósico. Las primeras notas del Bolero de Ravel comenzaron con sutileza... y fueron creciendo. Cuerda tras cuerda, tambor tras tambor, hasta que la pieza —con su conocida estructura repetitiva y ascendente— llegó al clímax, arrancando una ovación de pie del público, que no dudó en aplaudir durante varios minutos.
“Esta orquesta es un puente que une corazones”, dijo al tomar la palabra Aída Melina Martínez Rebolledo, secretaria de Cultura estatal. En nombre de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, agradeció a los músicos por su entrega y recordó cómo, en estos 27 años, la Filarmónica se ha convertido en símbolo del patrimonio cultural guerrerense.
Entre los asistentes estuvieron figuras del ámbito político y cultural, como el senador Arturo Pérez Pérez, la secretaria de Obras Públicas Irene Jiménez Montiel, y el compositor homenajeado Arturo Ángeles Lerma. Todos compartieron la misma emoción: el orgullo de ver a una institución musical que, contra todo, sigue creciendo, innovando y tocando el alma de quienes la escuchan.
La noche terminó con sonrisas, fotografías, abrazos y promesas de que vendrán más años... y más conciertos. Porque cuando la música es auténtica, no envejece. Solo se hace más fuerte.