
La revisión que cambió el rumbo
Al mediodía, bajo el sol ardiente del desierto sonorense, un tráiler de la empresa Trasborde del Bajío llegó al Puesto Militar de Seguridad Regional “Estación Doctor”, en San Luis Río Colorado. A simple vista, la unidad estaba vacía. El chofer, un hombre de 45 años originario de Autlán, Jalisco, aseguró que se dirigía al Valle de Mexicali.
Los militares aplicaron el procedimiento habitual: revisión con rayos gamma. En la pantalla apareció una imagen irregular en la parte superior de la caja seca. La figura no correspondía a la estructura normal del vehículo. Se ordenó una inspección minuciosa.
Al remover los paneles del techo, los soldados fueron encontrando paquete tras paquete, perfectamente envueltos en plástico negro y acomodados en hileras. Contaron uno, diez, cien… hasta llegar a mil 201 bultos. Dentro, un polvo blanco que las pruebas químicas confirmaron como clorhidrato de cocaína. Peso total: 1.3 toneladas.
La escena fue silenciosa y tensa. Los soldados se miraban unos a otros mientras el conductor, inmóvil, escuchaba que quedaba detenido.
El hombre detenido y la calle marcada
El chofer fue esposado e informado de sus derechos. El tráiler quedó asegurado. La calle de terracería, donde minutos antes solo se escuchaban motores y viento, se llenó de soldados y patrullas. Los vecinos que alcanzaron a ver desde lejos guardaron el recuerdo: un vehículo común convertido en prueba de un operativo histórico.
El detenido fue puesto a disposición del Ministerio Público Federal, junto con la droga incautada, para integrar la carpeta de investigación.
Una frontera en disputa
San Luis Río Colorado es más que un punto en el mapa. Es un corredor codiciado por su cercanía inmediata a Estados Unidos, y uno de los territorios más disputados por las facciones del Cártel de Sinaloa: los grupos vinculados a Los Chapitos y los leales a Ismael “El Mayo” Zambada. Es esta región donde en los últimos meses el trasiego de cocaína, metanfetaminas y fentanilo se ha mezlado con la violencia que se vuelve cotidiana al norte de México.
En mayo de 2024, autoridades hallaron un narcotúnel en este mismo municipio, conectado con Arizona. Y apenas este mes, en Guaymas, fueron asegurados 584 kilos de metanfetamina, suficientes para tres millones de dosis.
Cada decomiso confirma que la frontera norte es un tablero donde el crimen organizado pelea cada metro.
Lo que representa
Para el Ejército, la captura es un éxito operativo. Para las autoridades estadounidenses, un alivio en medio de la crisis del fentanilo y la cocaína. Pero para los habitantes de San Luis Río Colorado, la escena tuvo otro matiz: ver un tráiler detenido en plena carretera, rodeado de soldados, es un recordatorio de que la guerra silenciosa contra el narcotráfico atraviesa su vida diaria.
El Gabinete de Seguridad federal señaló en un comunicado
“Con estas acciones, las instituciones refrendan su compromiso de trabajar coordinadamente para impedir que drogas lleguen a las calles y brindar seguridad a la población mexicana”.
La droga incautada, valuada en decenas de millones de dólares en el mercado estadounidense, muestra la magnitud del trasiego que cruza por Sonora cada semana.