
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, informó que para las marchas de este 2 de octubre se organiza un cinturón de paz formado por autoridades, policías y civiles, a fin de evitar violencia y provocación en la marcha para conmemorar el 51 Aniversario de la represión al Movimiento Estudiantil de 1968.
Señaló wque la Secretaría de Gobierno está en contacto con los organizadores de la multitudinaria marcha a fin de garantizar la libertad de expresión y de movilización, y al mismo tiempo evitar actos de violencia y provocación.
“Hago un llamado a los asistentes a la movilización para que se manifiesten pacíficamente, que no permitan que haya infiltraciones, por nuestra parte, haremos un despliegue de lo que llamamos un cinturón de paz alrededor de los manifestantes, integrado por civiles y compañeros del gobierno, ya lo estamos preparando”, dijo.
La mandataria local indicó que son varias las medidas preventivas que se afinan para el próximo miércoles, que combinarán la actuación de la policía, las autoridades y los propios manifestantes, para evitar que los grupos que nada tienen que ver con la manifestación la afecten.
“No vamos a responder con violencia. Las manifestaciones en términos de la Constitución están garantizadas, pero estamos preparando un cerco de paz, y al mismo tiempo el trabajo que tengan que hacer la Procuraduría General de Justicia y la Secretaría de Seguridad Ciudadana sin caer en provocaciones y sin actos represivos, pero sin ser permisivos”, recalcó.
Detalló que en este cerco se espera que los organizadores de la marcha ayuden a que se desarrolle en paz, y “que si hay grupos que pretenden generar violencia no sean parte de la movilización, sino que queden excluidos, para eso será la protección de los propios manifestantes”.
Sheinbaum Pardo insistió en que la policía tendrá su propia actuación, pero también los civiles protegerán la marcha.
“Y en todo caso, que se aísle a esos grupos que en realidad son grupos conservadores que no quieren que nada cambie y que no se entiende por qué están generando estas condiciones de violencia y de agresión en la ciudad”, dijo.
Aseguró que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México ya tiene personas identificadas y carpetas de investigación abiertas respecto a los excesos cometidos en las pasadas marchas que se han desarrollado en la ciudad.
“Nosotros no reprimimos, pero tampoco podemos ser permisivos en muchos de los actos que se han desarrollado, y muchos de ellos son, repito, de grupos conservadores a los que no les interesa la democracia en la ciudad ni las libertades, al contrario, están esperando que respondamos con violencia”, reiteró.
La jefa de Gobierno dijo que este año no asistirá a la marcha del 2 de octubre como lo ha hecho en otras ocasiones, pues como jefa de gobierno ahora le toca revisar el transcurso de esta, pero “el Comité del 68 tiene toda mi solidaridad”.
Aseguró que el pasado sábado, durante la manifestación de las mujeres en defensa de la despenalización del aborto, la intervención de las autoridades fue distinta a lo que se estuvo haciendo.
“La verdad es que ahí las mujeres policías actuaron con muchísima responsabilidad, hicieron una barrera permanente y evitaron que hubiera muchas más agresiones de las que se esperaban”.
El gobierno no va a reprimir, señaló el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas Rodríguez, quien aseguró que en la marcha conmemorativa al movimiento estudiantil de 1968, “el cordón de paz más importante es el que deben hacer los propios manifestantes”.
Confió que la movilización de esta tarde se realice en paz, dentro del libre ejercicio del derecho de manifestación y expresión política “y que nos ayuden a contener los actos de provocación”, pues la autoridad actuará con mesura, mucha inteligencia y fortaleciendo las actividades preventivas, más que represivas.
En un encuentro con medios de comunicación, el funcionario de la Secretaría de Gobernación aclaró que “en primera, el gobierno no va a reprimir, pero segundo, hay una corresponsabilidad tanto de quienes se manifiestan como de una sociedad que tiene que ayudar a evitar este tipo de detalles”.
Expuso que la “frontera” entre lo que es un acto de la autoridad para enfrentar una actitud vandálica puede vincularse con la movilización misma, y recordó su participación, desde la oposición, en diversas manifestaciones, en que ellos mismos hacían sus cadenas de seguridad.
Encinas Rodríguez hizo una diferencia de la violencia vivida en el marco de la matanza de estudiantes en la Plaza de la Tres Culturas el 2 de octubre de 1968 y la que se viven en la actualidad en el país, pues la primera fue del Estado y la segunda es por actos delictivos.
“El 2 de octubre tenemos que enmarcarlo en un momento en que el Estado mexicano había cerrado cualquier opción de participación política a quienes disentían del régimen”, abundó.
Explicó que hay dos tipos de grupos radicales, los antisistémicos que por su propia naturaleza hacen un cuestionamiento a todo tipo de autoridad o de institución, pero también hay grupos vandálicos y de provocación que desvirtúan la legitimidad de las demandas y movilizaciones que se realizan.
Por ello, "lo que tenemos que hacer es garantizar condiciones de seguridad y no permitir estos actos con impunidad, un trabajo muy intenso para que las propias organizaciones hagan lo que hicimos durante muchos años: nosotros mismos resguardábamos la seguridad de las movilizaciones”.
Encinas Rodríguez recordó “aquellas marchas donde hacíamos las propias cadenas para que no se incorporaran a los contingentes, hay que regresar a esa cultura que nos permita garantizar libremente el derecho a la manifestación”.
Con información de Notimex.