
La agencia ‘AFP’ señala que al momento en el que se abrió la puerta de la escuela, las estudiantes se dispusieron a entrar y conversar entre ellas, luciendo ajenas a la problemática que actualmente enfrenta su país.
El regreso a clases de las jóvenes era inimaginable tras la llegada del grupo radical, sin embargo, Roqia, una de las estudiantes, declaró a la agencia que esperan “que los talibanes mantengan la seguridad. No queremos la guerra, queremos la paz en nuestro país”.
La ciudad de Herat suele ser reconocida por su poesía y su arte, en esta mujeres y niñas podían caminar de una manera más libre a comparación de otras regiones que resultan más conservadoras, por lo que es habitual que asistan a escuelas y universidades en un gran número.
Sin embargo, se teme que ante la llegada de los talibanes sus derechos se vean violados, pues de 1996 a 2001, cuando dicho grupo gobernó la nación, la educación y el empleo se les negó a las mujeres, asimismo, se les prohibió salir de su casa sin compañía de un hombre, así como usar cosméticos, utilizar zapatos que produzcan sonido al caminar o ser atendidas por doctores masculinos.
Quienes hoy os cuentan que las mujeres afganas tal y pascual deberían explicarlo. La obligatoriedad del velo, la limitación de actividades, la pena de adulterio en Afganistán se impone en 1992, nada más caer el Gobierno comunista de Najibulá. Y la OTAN lo mantiene. pic.twitter.com/uhkjZ4yFex
— Al Otro Lado del.... #SOSColombia 🇵🇸 (@OLMB14) August 17, 2021