
El caso Ayotzinapa parece no tener fin… El gobierno federal ha cometido uno de los errores más graves que se puede hacer en una investigación… La urgencia del Presidente por dar resultados revela de qué lado de la historia terminará su mandato… A costa de la verdad, de la justicia y del dolor de las familias de los jóvenes desaparecidos… Desea desesperadamente ser el Presidente que cerró la herida… Pero no lo será… Y él mismo lo ha provocado…
El jefe de la Comisión para la Verdad del Caso Ayotzinapa, el subsecretario Alejandro Encinas, dio una entrevista al diario The New York Times en la que hizo una serie de revelaciones que tendrán consecuencias mayúsculas… Quizá hasta catastróficas… Encinas admitió que la presión por dar avances en el caso vino desde lo más alto: El Presidente de la República, quien le dijo, y cito… “¿Qué pasó? Ya informa”...
Y así pasó… Lamentablemente así pasó… Recordarán que hace unas semanas el subsecretario Encinas presentó nuevas pruebas del caso… Un paquete de 467 capturas de pantalla de chats de WhatsApp donde se revelaba la relación entre autoridades y Guerreros Unidos en la desaparición… Se hablaba también de la brutalidad con la que presuntamente se torturó y asesinó a los jóvenes… Bueno, pues el subsecretario Encinas le dijo al diario estadounidense que un gran porcentaje de esas pruebas no están verificadas… Así como lo escuchan… Mucho de lo que se presentó como evidencia nueva y crucial no pudo verificarse como real…
Pero eso no es todo… Con los ojos del Presidente encima, el subsecretario Encinas fue hasta Israel con la intención de lograr que Tomás Zeron, quien fuera titular de la Agencia de Investigación Criminal de la extinta PGR, y a quien se señala como artífice de la llamada “Verdad Histórica”, se entregará a la justicia… Y no lo logró…
De ese tamaño ha sido el desaseo de la investigación y la desesperación del Presidente… Pero quiero regresar al tema de los chats de WhatsApp porque es una bomba de tiempo… Ese paquete de casi 500 capturas de pantalla es la columna vertebral del más reciente informe que entregó la Comisión del caso… Y el subsecretario Encinas asegura que vino de una sola fuente… Pero ¿quién tiene el poder de recopilar toda esa información?... O quizá la pregunta correcta es, ¿a quién se intenta proteger con la fabricación de tantas pruebas?...