
Durante una rueda de prensa, Trudeau optó por darle toda la responsabilidad a la Iglesia Católica, esto a pesar de que fue el Ejecutivo canadiense el que estableció las residencias escolares las cuales eran, en su mayoría, gestionadas por los grupos religiosos con la finalidad de integrar a los indígenas a la sociedad dominante.
El primer ministro no dudó en señalar que, como católico, se encuentra decepcionado ante la posición que ha mantenido la Iglesia Católica, por lo que recordó que, durante un viaje al Vaticano, pidió personalmente al papa que se “disculpara y pidiera perdón” por los hechos.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) señaló que el organismo podría ser importante al momento de necesitar ayuda técnica durante las investigaciones de las residencias escolares, asimismo, consideraron que las pesquisas tienen que incluir exámenes forenses de los restos, así como la identificación y el registro de los menores desaparecidos.
A pesar de las acusaciones por parte de Justin Trudeau contra la Iglesia Católica de Canadá, debido a que no quiere poner a disposición de la población indígena los registros de los menores internados a la fuerza, los grupos indígenas y expertos han mencionado que el gobierno canadiense también resulta responsable de estos. Ottawa ha tenido que recurrir a los tribunales para mantenerlos sellados.
Supervivientes del internado de St. Anne’s exigen a los tribunales que Ottawa exponga los 12 mil 300 documentos en donde se detallan los abusos físicos y sexuales sufridos en el centro el cual entre 1902 y 1976 fue gestionado por los Misioneros Oblatos.
Con información de: EFE.